Ofrecen pisos, apartamentos o casas de primer nivel, preferentemente en zonas de lujo o muy atractivas, a precios competitivos. Alquileres asequibles de viviendas cuidadas, de diseño, con grandes acabados y expuestas con fotografías de gran calidad. Es el cebo para los clientes, el paso previo al fraude.
Cuelgan los anuncios en las principales plataformas de alquiler, con una gran propiedad como gancho. Cuando alguien se interesa por la casa -siempre a través del email, porque nadie contesta al teléfono-, el argumento suele ser similar: los propietarios se encuentran en el extranjero y no pueden mostrar la vivienda.
El siguiente paso es pedir referencias al futuro inquilino, generalmente con el argumento de que buscan a alguien que, más allá del precio, les cuide la casa como ellos lo harían. Es decir, hacen creer al interesado que prima el mantenimiento sobre lo que pretenden recaudar.
En muchas ocasiones su respuesta está traducida con un traductor automático, por lo que hay frases que no tienen ningún sentido.
El falso propietario acostumbra a poner trabas a la hora de mostrar la vivienda, siempre con el pretexto de que solo él tiene las llaves de la casa y que está de viaje, de vacaciones o ha fijado su residencia en el extranjero. Propone que la gestión se haga a través de alguna de las plataformas de alquiler, mostrando un link ficticio que suplanta la identidad del portal de anuncios.
Solicita un ingreso -casi siempre de un mes, más otro de fianza- con el argumento de que la misma plataforma, en caso de que la casa no sea de su agrado, le devolverá el dinero. Y luego, una vez realizado el pago, dejan de contestar los emails y se marchan sin dejar rastro.
Estas estafas o timos llevan meses produciéndose en las grandes ciudades de España y ahora han empezado a llegar a las islas. Así lo han denunciado diversos usuarios, así como páginas especializadas de alquiler o compra-venta de viviendas., que alertan de este tipo de fraudes y piden a los usuarios que se protejan.
