La experiencia y veteranía del Comodoro del Club Marítimo de Mahón, Damián Borrás junto con Sara Franceschi se ha acabado imponiendo este fin de semana en el campeonato de Menorca de la Clase Snipe, donde se pudieron ver en escena algunos de los mejores especialistas de la élite nacional e internacional, que participarán la semana que viene en el Mundial Masters de Quarteira en Portugal.
Si jugar en casa siempre es una ventaja, en este caso lo supieron aprovechar también Fernando Rita y Juan Magro que acabaron segundos por delante de Jordi Triay y Arturo Barranco, que estuvieron muy combativos y que el sábado acabaron segundos de la provisional. Por su parte, el portugués Tiago Roquette, que tenía de pareja a Julia Rita se situó finalmente cuarto de la general. Sin duda el Campeonato de Menorca de la Clase Snipe se convirtió en un ensayo previo del Mundial y ofreció un gran nivel desde la salida hasta las viradas, prácticamente al unísono de los favoritos.
Tramontana
El Campeonato de Menorca de la Clase Snipe vivió dos jornadas distintas durante el fin de semana en cuanto a recorrido pero sobretodo, de condiciones meteorológicas. Si el sábado la falta de viento retrasó tres horas el inicio de las pruebas previstas y se temió por su cancelación, el viento de norte marcó la jornada de domingo. Durante las tres pruebas del sábado de barlovento y sotavento, el terral hizo acta de presencia y las rachas de vientos fueron suaves de 7 a 8 nudos, rumbo 200 grados. El domingo, en cambio el viento de componente norte alcanzó los 17 nudos y la flota tuvo que hacer frente a olas de metro y medio e incluso de dos metros. Sin duda la tramontana hizo volar a los snipes en las tres pruebas del campo de regata.
La fragata americana
Pero el protagonista inesperado del Campeonato de Menorca de la Clase Snipe fue sin duda la fragata americana Donald Coox, que estuvo fondeada no muy lejos de la bocana del puerto durante toda la jornada de competición del sábado. La presencia de este magno buque condicionó el recorrido previsto ya que por motivos de seguridad, las autoridades habían establecido un radio de 500 metros alrededor de la embarcación de guerra americana. Para el Comité de Competición la fragata estadounidense y la falta de viento se convirtieron en un auténtico dolor de cabeza.