Cole Porter, Debussy, Gershwin o Berstein son algunos de los compositores que han dejado una impronta musical característica de un momento y un lugar. El viaje que propone Anne McMillan ya ha funcionado en diferentes plazas, donde -con el piano de Laurence Verna– ha deleitado al público ávido de buenas composiciones y bien interpretadas.
El cariño de la pareja Anne – Edward por Menorca como destino de sus vacaciones desde hace años, permite al público de la isla ahora disfrutar del don de su voz.
Las canciones del repertorio del siglo XX abarcan un estilo popular que no está tan presente en la oferta de la cartelera cultural de Menorca. Tener cerca a esta cantante americana nativa que se ha forjado en registros líricos variados a lo largo de muchos escenarios a lo largo del planeta es una suerte.
Los veranos de recogimiento, quizás de búsqueda del anonimato y de la tranquilidad, devuelven el favor de la hospitalidad en forma de lo que mejor sabe hacer Anne McMillan: cantar. El concierto es el domingo 1 de julio en el Auditorio de Ferreries a partir de las nueve de la noche.