La inmigración no es una cuestión que preocupe a la población balear, según las encuestas de la UE, y como se detalla en el nº 343 de Anàlisi de la Realitat Socioeconòmica de les Illes Balears. Sin embargo, sí que es un punto de debate en la sociedad. Por esta razón, en la entrega más reciente de los Quaderns Gadeso, de la Fundación Gadeso, se detallan algunas de las impresiones de los habitantes de las Islas Baleares respecto a la inmigración.
En el estudio de la Fundación Gadeso realizado durante el mes de junio a través de 400 entrevistas se constata que más de la mitad de la ciudadanía balear tuvo una reacción positiva a la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de acoger los migrantes del Aquarius. Se especifica que la justificación es por motivos humanitarios y por ver la diversidad como algo positivo.
No obstante, cuando se trata inmigrantes estables, con papeles, un 65% de los entrevistados tiene una opinión negativa, y lo alegan con la ocupación de lugares de trabajo de los autóctonos, la falta de integración o la saturación de servicios públicos.
En cuanto a los inmigrantes sin papeles, cerca del 80% tiene una opinión negativa, ya sea porque creen que hacen un uso abusivo de los servicios públicos, que generan inseguridad y delincuencia o que producen economía sumergida. Las soluciones propuestas pasan por la expulsión inmediata y los centros de internamiento pendientes de expulsión.
La opinión sobre la actuación de la Unión Europea respecto a la crisis de personas refugiadas es, en más de la mitad de entrevistados, que nuestra situación es mala y no podemos permitirnos acogerlos. En menor medida, también hay quienes opinan que desde la Unión Europea se está dando un trato digno a personas desesperadas o que se está haciendo un esfuerzo para acogerlos.
