Con un recorrido temporal de la prehistoria hasta el siglo XX, la renovada exposición permanente será la gran estrella del Museo.
En ella van a destacar las piezas que ya identificaban esta entidad, pero con la incorporación de otras que proceden del fondo museístico que se ha ido nutriendo de donaciones o excavaciones arqueológicas desde el 1998, la última revisión que tuvo la exposición.
Además hay un nuevo concepto a la hora de mostrar la exposición, de una forma más cercana, clara y tecnológica. Otra de las novedades hace referencia a un espacio boutique con merchandising que convierte en nuevas estrellas del Museo a reproducciones de ciertas piezas destacadas que van desde la estatuilla de Imhotep, abalorios decorativos, monedas árabes acuñadas en la isla y otros.
Para hacer más accesible al público, todo estará en tres idiomas y ofrecerá otros tipos de presentación.
Según la directora Carolina Desel, en una fecha próxima a las fiestas de Gràcia se hará la presentación de la nueva programación de actividades del Museo aunque el gran referente pretende ser la propia exposición permanente que ahora vestirá mejor.