La idea denominada Starlight se concibe como una campaña internacional en defensa de la calidad de los cielos nocturnos y el derecho general a la observación de la estrellas, luchando directamente contra el gran problema que supone la contaminación lumínica. Menorca lleva años planteando la posibilidad de incorporarse al selecto club de espacios que merezcan ser destino Starlight. Este proyecto internacional, iniciado en 2007, pretende reforzar la importancia que los cielos nocturnos limpios tienen para la humanidad, dando a conocer el valor que este patrimonio en peligro posee para la ciencia, la educación, la cultura, el medio ambiente y el turismo. La iniciativa cuenta con el respaldo de la UNESCO además del Instituto Astrofísico de Canarias (IAC)o la Unión Astronómica Internacional (IAU).
En la actualidad existen en el mundo tan sólo unas pocas regiones que cuenten con el sello Starlight, entre las que se encuentran enclaves tan importantes para la astronomía como el Desierto de Atacama (Chile), el Mauna Kea (Hawaii) o las Islas Canarias (España). Sin embargo, en la actualidad encontramos varias regiones en trámites para recibir el sello Starlight, uno de ellos la isla de Menorca. Según Manel Roig, secretario técnico de la asociación que trabaja en el Reglamento específico para Menorca, toda la isla cumpliría en cierto modo las exigencias que la harían merecedora del sello Starlight e, incluso, zonas como el enclave de Macarella podría ser Reserva Starlight. Son lugares en los que la contaminación lumínica es prácticamente inexistente y que permitiría hacer una observación del cielo estrellado con garantías de obtener buenos resultados.
La agenda estelar para estos próximos días nos concede la posibilidad de ver la lluvia de estrellas conocida como las Lágrimas de San Lorenzo, en la primera quinzena del mes que viene. Y antes, un eclipse lunar un poco especial; El 27 de julio habrá un eclipse total de Luna, que será visible desde Asia hasta Europa. Será el eclipse más largo de todo el siglo XXI, ya que durará más de seis horas. La totalidad del eclipse durará 1 hora y 43 minutos. Durante este tiempo la Luna se encontrará a la sombra de la Tierra y adquirirá ese color rojo tan característico de los eclipses. Esto hace que también se le conozca como “Luna de Sangre”. Este fenómeno es debido a que parte de la luz del sol atraviesa la atmósfera terrestre, “se dobla” (en realidad hay un efecto de refracción) y se dispersa, haciendo que las longitudes de onda más largas (colores rojos) pasen a través de ella alcanzando la luna. O lo que es lo mismo, la atmósfera terrestre actúa como una suerte de filtro que hace que la poca luz que llegue a la Luna sea de color rojo. Según los cálculos ofrecidos por los astrónomos, sobre las 22:20 horas será el momento en el que el eclipse estará en su punto máximo de sombra.
El conseller de medio ambiente Javier Ares ha recordado que la condición de convertir a Menorca en destino Starlight ya está dejando beneficios: la necesidad de cambiar las luminarias de convencionales a tecnología LED lleva implícito un importante ahorro de costes energéticos para la administración.