Aliança Mar Blava quiere aprovechar la presencia, este lunes en Palma, de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, para recordarle su petición, ya transmitida por escrito, de que el Gobierno apruebe urgentemente una moratoria a la presentación de nuevas solicitudes de proyectos de prospecciones de hidrocarburos y de campañas de adquisición sísmica con cañones de aire comprimido u otras tecnologías lesivas para la fauna marina. Estas prospecciones amenazan seriamente la costa menorquina.
Mientras no se disponga de una Ley (que ha de tramitarse y aprobarse en las Cortes Generales) que prohíba definitivamente la realización de esas peligrosas actividades, esa moratoria que solicita Mar Blava sería una adecuada medida, de carácter preventivo, para evitar que las empresas del sector de hidrocarburos (a veces de forma disfrazada, mediante otro tipo de promotores, como en el caso del proyecto MedSalt-2) presentaran e instaran la tramitación de nuevos proyectos de prospecciones en nuestras aguas.
Esta moratoria podría revestir la forma de Real Decreto y no necesitaría, por tanto, de tramitación parlamentaria.
Además, Aliança Mar Blava, ha solicitado por escrito a la ministra para la Transición Ecológica el archivo definitivo de todas las solicitudes de permisos de investigación de hidrocarburos y de todos los proyectos de exploración de hidrocarburos o de adquisiciones sísmicas que están aún en tramitación en aguas del Mediterráneo, siendo el más reciente de ellos el proyecto “Uncovering the Mediterranean Salt Giant (MEDSALT-2)”, solicitado por el OGS de Trieste, Italia, en aguas situadas entre Mallorca y Eivissa y Formentera.
Tras la aprobación de la protección legal del Corredor de Migración de Cetáceos del Mediterráneo como Área Marina Protegida y su propuesta de inclusión en la lista ZEPIM del Convenio de Barcelona , mediante el Real Decreto 699/2018 del 29 de junio, como pedía la Alianza Mar Blava, ésta demandó inmediatamente al Ministerio para la Transición Ecológica el archivo de los trece permisos de investigación de hidrocarburos (denominados “Nordeste 1” a “Nordeste 12”, en el golfo de León, y “Medusa”, frente a las costas de Tarragona) cuya superficie de actuación prevista se solapa con la de este nuevo espacio marino protegido (ver mapa adjunto), motivo por el cual es legalmente imposible continuar con su tramitación.