A más profundidad, más posibilidades de descubrir nuevas especies. Pero también, mayor dificultad para hacerlo puesto que se precisan equipos que cuestan mucho dinero.
La Fundació Marilles trabaja en el entorno de las islas desde hace tiempo en favor de la conservación de la fauna y flora marinas y defiende que la riqueza de estas aguas es evidente debido a la cantidad de nuevas especies que se han descubierto.
Esa misma riqueza está en peligro como demuestran la afectación de praderas de posidonia a elementos que aún ahora se investigan o a la práctica desaparición de las nacras, de las que Menorcaaldia.com ya dió cuenta en su momento.
Aniol Esteban, director de Marilles, apunta que experiencias como la Reserva Marina del norte de Menorca demuestra que un espacio protegido es capaz de regenerarse. Aunque también destaca que esta Reserva está muy por debajo de su potencial puesto que la gestión de este espacio es mejorable.
Los fondos marinos que rodean la isla de Menorca tienen diferentes grados de dificultad para ser investigados.
Además de la profundidad, para lo que se precisan equipos que no se disponen y que son muy caros, está la propia tipología del fondo. En el caso de los fondos coralíneos es más fácil pero en fondos de lodo, se complica.
Según los datos de la Fundación, en los últimos 50 años se han encontrado 68 nuevas especies, aunque la mayoría son invasoras y desplazan a las especies locales. En la actualidad hay 78 especies en estado crítico, vulnerables o en peligro.