Aunque el verano esté dando sus últimos coletazos, son muchos los que todavía tienen planificadas sus vacaciones para septiembre. Aprovechando el veranillo de San Miguel y que todo suele estar más tranquilo (¡y a mejor precio!) para ellos van estas líneas, que tratarán desmenuzar todo lo más atractivo de la isla, desde su gastronomía, hasta sus playas, para que se vayan identificando los puntos de alquiler de motos en Menorca y que sea esta la forma de hacer el viaje.
Porque si algo tiene la isla es su paisaje, que da la sensación de estar constantemente metido en una postal, de color azul infinito, donde no se distingue el mar del cielo, por lo que merece la pena entrar de lleno en él y huir del coche, sobre todo por la incomodidad que supone para el conductor, que es quien se pierde toda la estampa.
Además, por su dimensión – Menorca tiene 696 km2 frente a los 3,64 mil km2 de Mallorca -, la moto es una de las fórmulas cada vez más elegidas para moverse, aparte de las ventajas que ofrece en cuestión de aparcamiento y demás, las distancias son cortas y se hace agradable el paseo para ir de un sitio a otro.
¿A qué sitios? Aquí recomendamos algunos lugares y actividades que no te puedes perder:
- Báñate en sus calas. Obligatorias son muchas y casi todas, pero las que tienen mayor popularidad son Cala Mitjana , Cala Turqueta o Cala Macarella. Disfrutarás de lo que es un agua cristalina y un ambiente de relax total lejos de las masificaciones y el estrés de otras playas. Eso sí, ármate de valor y viste calzado cómodo porque muchas de difícil acceso y hay que hacer recorridos a pie. También hay mucha oferta de calas nudistas.
- Visita Ciudadela, donde podrás comprar souvenirs, caminar por sus calles empedradas y pasear por el puerto.
- Contempla una puesta de sol. Ver cómo el sol se esconde detrás del mar es un espectáculo sin igual. En Menorca existen muchos lugares privilegiados desde los que se puede observar, quizá uno de los más famosos sea el bar Cova d’en Xoroi, pero tienes que ir con tiempo suficiente para coger sitio.
- Bebe pomada, la bebida típica menorquí, con ginebra y limonada, y llévate una botella de recuerdo a casa, de esas de cerámica que cuando se acaba puede servir de decoración.
- Visita los talayots, construcciones que se conservan de la época prehistórica y que los amantes del arte, la historia y la arqueología adoran.
- Tira la casa por la ventana y cómete una caldereta de langosta. Así, a lo loco. Es el plato típico de la zona y gusta a todos, especialmente a quien es de buen comer.
- Da un paseo en barco y haz submarinismo o snorkel. El fondo del mar también es digno de ver y te encantará.
- Y para los que quieran salir de fiesta, el puerto de Mahon es una de las mejores opciones. Eso sí, mejor no coger la moto si se tiene intención de tomar unas copas.