El turista británico de 70 años que falleció este sábado al caer por el acantilado de Cala en Porter había sufrido un infarto que le provocó una muerte súbita, según ha determinado la autopsia realizada.
El suceso ocurrió cuando el hombre bajaba a la playa y las primeras informaciones hablaban de la posibilidad de que hubiese tropezado y caído. Ahora la autopsia ha confirmado que murió de un infarto y, al desplomarse, el muro de separación no pudo pararle y el cuerpo se precipitó por el acantilado.
La familia cree que este muro que separa la calzada del acantilado tiene muy poca altura y considera que el ayuntamiento de Alaior debería de ampliarla para prevenir accidentes.