Un 27% de los trabajadores encuestados por OCU corren el riesgo de padecer estrés laboral crónico, también conocido como burnout o síndrome de estar quemado en el trabajo. Las causas organizacionales fundamentales son un exceso de tareas, la rigidez de la estructura laboral y la falta de control personal sobre la situación.
El riesgo está más presente en personas con contratos temporales (36%) y que trabajan en el sector privado (30%) frente a las que trabajan en el sector público (17%). También lo sufren más los trabajadores jóvenes, por debajo de los 51 años. No todos los trabajadores lo sufren de igual manera, el riesgo aumenta entre los que declaran estar insatisfechos con su trabajo, los que creen que este interfiere en su vida familiar o en su salud, o aquellos que deben afrontar largos desplazamientos.
Un 19% de los encuestados por OCU ha seguido algún tratamiento contra el estrés en los últimos cinco años. Dos de cada tres afectados ha optado por el ejercicio físico como principal forma para combatirlo. Un 64% ha optado por la medicación para afrontar el problema. El 57% ha intentado cambios en su estilo de vida. Uno de cada tres ha optado por técnicas de relajación y psicoterapia y uno de cada cuatro ha recurrido a la medicina no convencional.
En caso de sufrir estrés laboral crónico o alguno de sus síntomas, lo más adecuado es acudir al consejo de un profesional especialista, un psicoterapeuta que oriente como tratar de forma adecuada el problema.
Para prevenir estas situaciones, se pueden seguir una serie de recomendaciones al alcance de todos:
1. Autocuidado. Ante un problema grave es habitual descuidar la salud. Es necesario mantener unas pautas de alimentación correctas, dormir en cantidad suficiente y de forma adecuada. Es recomendable practicar ejercicio de forma regular e intensidad moderada.
2. Aprender a relajarse. El estrés supone una sobreestimulación física y mental, para contrarrestarlo es interesante practicar alguna técnica de relajación, siempre de la mano de un profesional.
3. Fomentar las actividades de ocio y aficiones. Para escapar de las preocupaciones laborales es conveniente dedicar tiempo a actividades en el ámbito personal. Leer, pasear, practicar deporte, dedicar tiempo a los amigos permiten gozar de un espacio propio que proporciona bienestar al margen de lo laboral.
4. Respetar los horarios. Es necesario establecer límites claros entre la vida privada y la profesional, tomar distancia y respetar los horarios ayuda a desconectar del trabajo y de situaciones negativas.