Según la entidad, aunque la situación meteorológica general estaba bien prevista por los modelos numéricos, “no ocurrió lo mismo con los efectos locales”. La razón es que la tecnología actual “no permite predecir ni la localización ni la intensidad exacta de la precipitación de un fenómeno excepcional como el ocurrido en el levante mallorquín el día 9″, por lo que para estos casos se recurre a la vigilancia mediante estaciones meteorológicas automáticas, radares, imágenes de satélite y otros medios.
Debido a que la red de estaciones automáticas está más orientada a la observación climatológica que a la vigilancia de fenómenos adversos, “los datos llegan en ocasiones con retraso al personal encargado de la vigilancia, lo que dificulta mayor rapidez en la toma de decisiones”.
Además, los pasos exigidos por los propios protocolos de actuación “incrementaron el retraso en la emisión del aviso rojo, aunque el aviso naranja por riesgo importante estaba activo desde las 18:53, con anterioridad a que se produjera la fase más intensa del episodio”, señalan.
La vigilancia a través de los radares meteorológicos en la actualidad tampoco permite agilizar la toma de decisiones, porque aportan información más cualitativa que cuantitativa, que no incluye una estimación de la intensidad de precipitación.
La Aemet advierte en sus conclusiones de que, en un contexto de cambio climático y calentamiento global, “cabe esperar un aumento en intensidad y frecuencia de los fenómenos meteorológicos adversos, especialmente en regiones como la mediterránea”.
“Por tanto, la actualización y mejora de los sistemas de predicción y vigilancia es urgente y puede ser aún más necesaria en el futuro”, asegura el organismo dependiente del Ministerio para la Transición ecológica.
Entre las necesidades de mejora, la Aemet señala la adaptación de los modelos numéricos para disponer de herramientas de predicción inmediata o a muy corto plazo; y la necesidad de adecuar la red de estaciones automáticas para mejorar su despliegue territorial y aumentar la frecuencia de transmisión de datos.
Además considera que tendría que renovarse la red de radares para incorporar tecnologías que permitan la estimación de la intensidad de la lluvia.
Actualmente, la Aemet está trabajando para mejorar las tareas de predicción y vigilancia con medidas como la implementar de forma experimental la asimilación de datos de radar procedentes no solo de la red española, sino también de países vecinos como Portugal en los modelos numéricos. Según la entidad, los resultados preliminares de esos trabajos “apuntan a una mejora en las predicciones a muy corto plazo”.
También se trabaja en desarrollar un sistema de predicción por conjuntos para los modelos de alta resolución, que ayudará a una mejor predicción de episodios relacionados con la convección.