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El final de la pesadilla

Tras varios días a oscuras, Menorca trata de olvidar uno de los episodios más angustiosos de su historia

Trabajo sin descanso.
Trabajo sin descanso.
Los operarios de Red Eléctrica y Endesa pusieron fin a la avería.

Ha sido el relato de uno de los episodios más angustiosos de la historia reciente de Menorca. Desde que el pasado domingo un “cap de fibló” y un “esclafit” atravesaran el corazón de la Isla, miles de ciudadanos han vivido a oscuras. Tres días sin luz en pleno siglo XXI. Ahora es el momento de pasar página, pero también del balance.

  • El más grande de la historia. Los primeros informes de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) hablan del “cap de fibló” más grande de la historia en Menorca. Giró sobre una velocidad de 150 kilómetros por hora, con un ancho de más de 50 metros y con un recorrido de unos 20 kilómetros. Desde Cala en Porter, hasta Favàritx.
  • Dos fenónemos juntos. El estudio de la Aemet también revela que el domingo coincidieron el “cap de fibló”  y un “esclafit convectiu”, cuya acción se situaría entre 300 y 400 metros de amplitud.
  • Dos torres caídas. La violencia de estos fenómenos arrasó con dos torres que generan electricidad a la zona centro y del Ponent de Menorca. Más de media isla se quedó a oscuras desde el domingo por la mañana y hasta el martes por la tarde no se pudo recuperar la normalidad.
  • Generadores y operarios. Cerca de 100 generadores llegaron desde distintos puntos de España para aportar suministro en los puntos públicos y sanitarios más importantes. Además, Red Eléctrica, Endesa, Govern balear y la UME enviaron efectivos a Menorca para tratar de recuperar la normalidad.
  • Un 65% de los comercios, paralizados. La Isla detuvo su actividad el lunes, el primer día laborable tras el apagón. Desde Es Mercadal, hasta Ciutadella, era difícil encontrar algún comercio abierto. El 65% de ellos cerró, según la PIME. Se registraron colas en las gasolineras y las tiendas de Maó acabaron las existencias de pilas.
  • Vuelve la luz. Tras varios días reparando las torres de electricidad, la Isla pudo recuperar el suministro el martes por la tarde. Empezaron entonces a desconectarse los generadores de forma parcial, por lo que algunos usuarios sufrieron interrupciones durante algunos minutos.
  • La evaluación de daños. Ayuntamientos y aseguradoras empezaron a recibir informes y evaluaciones de los daños por parte de los vecinos y afectados. Supermercados, hoteles, comercios y numerosas viviendas tuvieron que tirar a la basura el género que tenían en neveras y congeladores.  Afortunadamente, ha llegado el final de la pesadilla.

 


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