La salud de los solteros
Así y según el último informe elaborado por la entidad tener pareja puede influir positivamente en la esperanza de vida. Los datos apuntan a que los casados viven más que los solteros. Lo curioso del caso, sin embargo, es que estos últimos se mantienen más en forma, más delgados y duermen mejor que estos primeros. ¿Donde está el problema entonces?
Para empezar, las personas que se encuentran solas tienen mayor tendencia a sufrir una depresión (sobre todo si estarlo no es una decisión propia), y no solo eso, sino que entre ellos el número de suicidios es superior. De hecho aquellos que viven en pareja se muestran más serenos y tienden a tener una actitud más relajada. Además su estilo de vida suele ser más ordenado y tienen un 50 por ciento menos de riesgo de sufrir demencia u otras enfermedades relacionadas con el deterioro cognitivo.
Volviendo al estrés, también se encuentra directamente relacionado con el nivel de ingresos. Por desgracia aquellas personas que viven solas se ven abocadas a pagar más -proporcionalmente- por numerosos servicios. Las habitaciones de hotel, las vacaciones…Hasta el seguro del coche les sale más caro. Algo que acaba repercutiendo, a final de año, en alrededor de 7.500 euros menos de ahorro que los casados con las mismas condiciones económicas. También tienen menos beneficios fiscales pues, entre otros, los casados pueden beneficiarse de la tributación conjunta del IRPF.
Otra situación estresante puede ser la de convertirse en padre soltero. Tal es así, que estos tienen más riesgo de sufrir problemas mentales y físicos, y son más propensos al sobrepeso y a beber alcohol. Algo que, por cierto, afecta a los varones en su gran mayoría.
Hábitos saludables
No obstante el enemigo silencioso del estrés, lo cierto es que los solteros tienden a mantenerse en mejor forma física que los casados. Estos últimos suelen engordar una media de dos kilos al año. Por no hablar de que muchos se “relajan” cuando encuentran a su media naranja. Los primeros, sin embargo, hacen ejercicio con más frecuencia.
Respecto a las relaciones afectivas, los solteros están más conectados con sus padres, amigos, compañeros de trabajo y vecinos; mientras que los casados se aíslan más. Es importante comentar, asimismo, que los matrimonios infelices son capaces de generar grandes dosis de estrés y malestar que, como no podía ser de otra manera, acaba repercutiendo en la salud de los afectados.
Si nos centramos en los divorciados el asunto se pone aún peor, pues el cambio de estilo de vida en pareja hace estragos, especialmente en el caso de los hombres. Por no hablar del estrés y secuelas psicológicas que puede conllevar una separación no amistosa.
Los riesgos añadidos de los solteros
Otros riesgos relacionados con la integridad física de los solteros se refieren a la probabilidad que tienen de protagonizar un accidente de coche. Y es que ellos conducen coches “peores” -menos potentes y de gama baja- que los casados. Además, los suyos son más antiguos (más de un 20% supera los 15 años). Teniendo en cuenta que la edad media de vehículos que se ven inmersos en un accidente supera los doce, no es de extrañar que el seguro les salga más caro. Esto también está relacionado con el desgaste de las piezas y con la posibilidad de solicitar el servicio de asistencia en carretera.