Cada vez que cambia el gobierno, cambia la política educativa. Y aunque desde nuestra isla se trabajó con ahínco desde la agrupación Menorca Edu 21 para conseguir un consenso que superara los inconvenientes de más cambios, éstos se siguen produciendo.
Al nuevo gobierno no le gusta la actual LOMCE. A muchos educadores no les gusta que ya se anuncien cambios sin haberles ni tan siquiera consultado.
Se han conocido voces como las de los Directivos de Centros de Secundaria que ven un despropósito repetir siempre la misma historia; un nuevo gobierno, unas nuevas normas.
Aseguran que los perjudicados son los propios alumnos, que no llegan a asimilar un sistema educativo cuando ya les están imponiendo uno nuevo. A los profesores también les trae de cráneo tanto cambio. Y lo que más les molesta es que nadie ha tendido la mano para hacer mejoras desde el acuerdo o el consenso.