La revista de viajes y gastronomía Condé Nast Traveler ha colocado dos platos de Menorca en su elección de los mejores platos de 2018. La caldera de bogavante de Sa Llagosta y la langosta frita con huevos y papas de Es Port figuran en esta lista en las que esta publicación quiere que el plato sea el protagonista absoluto de la devoción que sienten por la cocina.
Del plato de Sa Llagosta el autor del artículo, Jesús Terrés, dice que es “la mejor caldereta de langosta de Menorca y desde luego la mejor que yo he probado nunca. David de Coca dirige junto a Mónica (su mujer) Sa Llagosta: su casa de comidas en Fornells; cocina marinera con mayúsculas mucho más allá del perol (almejas de Mahón, croqueta de acelga con salsa de sobrasada o raya escabechada) pero especialmente esa caldereta de bogavante que es un tótem y un símbolo, a la que rendir pleitesía y volver los días de saturación de tanta “cocina para pensar”. Esta es cocina para comer, para ser inmensamente feliz“.
Del plato de Es Port la revista señala que es “un plato que en principio sorprende esté aquí, a la vera los Aponientes y Lasartes, pero… ¿por qué no? Vale que la casa de comidas frente al puerto de Fornells de la familia Riera no es un 3 Estrellas de Alain Ducasse en París, pero es que tampoco lo pretende: lo que sí pretende es que llores de felicidad con su langosta frita (con huevos y papas, elaboración tradicional de la cocina menorquina) y ortiguillas. Identidad, calidez y la autenticidad de aquellas tabernas frente al mar, todavía cuelga el cartel de “embarcaciones y viveros propios de langosta”.
