La soprano Maria Camps, acompañada al órgano por Tomé Olives y el trompetista Vicent García volvieron a emocionar a los fieles que este domingo por la tarde asistieron a la iglesia de Santa Maria de Maó para escuchar, un año más, el “Cant de la Sibil·la“. Se trata de una tradición de origen pagano que la Iglesia Católica incorporó a los ritos navideños en forma de drama litúrgico para alertar a creyentes de la eterna lucha entre el bien y el mal, y sus consecuencias. La ‘Sibil·la’ ha vuelto a ser un año más, desde que el entonces párroco Josep Manguán se animase a recuperar esta figura profética y su canto, la protagonista del Concierto de Navidad en la que se profetiza el fin del mundo y la llegada de Cristo. Camps ha abierto el concierto, tras ser introducida por la música del órgano que interpretaba Tomé Olives, cantando ‘a capella’ como mandan los cánones, para lanzar su mensaje hondo y apocalíptico. La profetisa que protagoniza este canto advierte del fin del mundo como así lo hace la Iglesia cuando se refiere al día del juicio final, donde a todo hombre o mujer se le juzga por sus actos vividos. Las profundas raíces que tiene este canto se remontan al imperio carolingio puesto que en el monasterio de San Marcial de Limoges (hoy Francia) se halló el vestigio más antiguo relacionado con este canto. Mallorca y Alguer (Cerdeña) son algunos de los pocos lugares donde se mantuvo esta tradición pese a las prohibiciones del Concilio de Trento.
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