La Dirección General de Consumo ha recordado que, en los periodos de rebajas, las ventas por internet tienen que ofrecer las mismas garantías que las de los comercios tradicionales
Consumo ha recomendado mediante un comunicado mantener una actitud responsable a la hora de aprovechar las ofertas del tradicional periodo de rebajas de invierno que empiezan hoy y se prolongarán dos meses.
Para sacar el máximo provecho a las rebajas y realizar un consumo responsable, se aconseja eludir el consumismo y comprar solo aquello que realmente se necesita, para lo que conviene planificar las compras y hacer un listado antes de ir de rebajas.
Igualmente, Consumo recomienda comparar el precio y la calidad en diferentes establecimientos, y recuerda que todos los productos rebajados tienen que estar diferenciados del resto e incluir el precio original junto con el rebajado o el porcentaje de descuento.
Además, la Dirección General de Consumo recomienda a los consumidores solicitar información en el comercio sobre las condiciones especiales para las compras durante este periodo, como si permite el pago con tarjeta, así como cuál es la política de cambios o devoluciones, que tienen que estar expresamente indicadas.
También es importante conservar los comprobantes de pago, etiquetas y garantías, para poder utilizarlos en caso de tener que presentar una reclamación por algún producto adquirido en rebajas. Consumo recuerda que la garantía y el servicio postventa en la compra de un artículo durante el periodo de rebajas son exactamente los mismos que fuera de este.
Respecto a las adquisiciones por internet en periodo de rebajas, el director general de Consumo, Francesc Dalmau, aconseja comprar en páginas seguras y recuerda que “están vigentes los mismos derechos que cuando se realiza la compra de forma tradicional y tienen que ofrecer las mismas garantías”.
En cuanto a las obligaciones de los comercios, la Dirección General recuerda que los vendedores no pueden adquirir los productos especialmente para la venta en rebajas y tienen que poner de rebajas artículos que hayan estado a la venta antes a un precio superior.
Los comerciantes tienen que indicar claramente el precio de venta anterior y el rebajado, o bien debe figurar el precio normal de venta y el porcentaje de rebaja que se aplicará en el momento de la compra.
Los precios de venta tienen que figurar tanto en los escaparates como en el interior del comercio.
Los productos rebajados tienen que estar diferenciados de otros tipos de ventas a precios inferiores de los habituales, como los artículos en liquidación, saldos u ofertas especiales. En ningún caso, los productos que se venden en rebajas pueden ser “saldos”, que son aquellos artículos que presentan alguna tara o defecto en la fabricación.
Los comerciantes tienen que aceptar los medios de pago habituales, entre los que están las tarjetas de crédito, y no pueden cargar un porcentaje superior por el uso de tarjetas de crédito ni rechazar la compra por dicho sistema si habitualmente es utilizado en su comercio.
Además tiene que haber hojas de reclamaciones a disposición de los clientes.
