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Cómo ahorrar y comer bien en la cuesta de enero

Consejos sobre cómo gestionar el dinero para compensar el gasto que supone la Navidad

Empieza un nuevo año y se dejan atrás las navidades, los regalos y las comidas familiares, lo que se traduce en gastos.
Empieza un nuevo año y se dejan atrás las navidades, los regalos y las comidas familiares, lo que se traduce en gastos.

Empieza un nuevo año y se dejan atrás las navidades, los regalos y las comidas familiares, lo que se traduce en gastos. La archiconocida cuesta de enero ha llegado para quedarse, y en ella se toma conciencia sobre cómo gestionar el dinero para compensar el gasto que supone La Navidad.
Comprar alimentos de temporada

Menor impacto medioambiental, menor coste, y más sabor. Las frutas y verduras de temporada se hacen esenciales a la hora de ahorrar en el supermercado y evitar alimentos tratados en exceso con pesticidas y conservantes. Estar al día del calendario de alimentos de temporada permite comprar verduras y frutas en su punto perfecto y natural de maduración.

Cocinar (de verdad) en casa

Fijarse como propósito de año nuevo cocinar más en casa y acudir menos al restaurante de la esquina permitirá ahorrar dinero y sobre todo, mantener una alimentación saludable y equilibrada. Una regla sencilla para preparar el tupper perfecto es incorporar una base de carbohidratos como arroz integral, una parte de proteína (pollo, salmón o ternera) y otra de fibra (vegetales y verduras). De postre, algo ligero y fácil de llevar como un yogur sin lactosa y una pieza de fruta. De esta forma, se controlan tanto los ingredientes como las cantidades, asegurando un plato equilibrado y saludable.

Comprar a granel

Comprar a granel y evitar mayoritariamente productos que vengan pelados y cortados. Los frutos secos a granel salen a mejor precio que comprarlos en bolsas ya preparadas. Otro consejo es aprovechar los alimentos para distintas elaboraciones: los huesos de un pollo o la parte menos comestible de las verduras, son bases perfectas para elaborar caldos o sopas que además se puede congelar para aprovechar más adelante. Bueno con uno mismo, con el bolsillo y con el medio ambiente.

Practicar el ‘meal planning’ y congelar (mucho)

Practicar el ‘meal planning’ o lo que es lo mismo, plantear menús semanales y prepararlos con antelación evitará el momento “no tengo nada de cena” que se traduce en “pedir comida a domicilio”. Además, al cocinar en grandes cantidades un día y congelar las sobras, no existen excusas para no comer sano y sobre todo, rápido.


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