¿Cómo valora este tiempo al frente del COMIB?
Hace un año, el señor Bennàssar nos avanzó que usted sería la presidenta en una candidatura de consenso, pero al final no fue así. ¿Cómo vivió esos momentos?
El colectivo médico es un colectivo muy amplio y todo el mundo está en su derecho de presentar cualquier candidatura y de tener una visión diferente de hacia dónde debe ir el COMIB. La verdad es que en ese momento me limité a expresar que había una Junta Electoral que gozaba de mi total confianza y no quise entrar a realizar declaraciones al respecto; ahora voy a seguir el mismo camino y no voy a comentar nada sobre este tema, simplemente decir que aquella situación la viví como algo que podía pasar en un colectivo tan amplio.
¿De qué salud goza el COMIB?
Continuando con el argot médico le diré que goza de muy buena salud. En el discurso de la toma de posesión expresé la idea de que cuando algo va bien hay que continuar haciendo lo mismo y ahí donde estamos. Heredo un Colegio moderno, con unas infraestructuras nuevas, las cuentas están saneadas y revisadas mediante una auditoría externa así que no me puedo quejar. En cuanto a las novedades, hemos incorporado la figura de una trabajadora social para que ayude a los facultativos que lo necesiten y, además, la ayuda a la segunda víctima, que venimos de presentarla en Menorca; cuando a un médico le ocurre un evento externo necesita ayuda porque todos somos humanos y los médicos acumulan mucho estrés fuera del trabajo. Desde el COMIB creemos importante que los facultativos se sientan bien para hacer su trabajo; queremos que nuestros colegiados se acerquen al COMIB y que sepan que pueden contar con nuestro apoyo y en ese sentido estamos visitando las diferentes sedes y escuchando sus problemas.
“Nuestra postura es, ante la agresión tolerancia cero; las agresiones rompen la relación médico-paciente”
¿Qué medios se ponen desde el COMIB para luchar contra la lacra de las agresiones a médicos?
Desde hace aproximadamente unos 10 años está abierto el Observatorio de Agresiones y animamos a los médicos a que cuando sufran una agresión, ya sea física o verbal, deben comunicarlo al COMIB. Nuestra postura es, ante la agresión tolerancia cero; las agresiones rompen la relación médico-paciente y, sobre todo, merman la calidad asistencial. Luchamos contra esta lacra estando al lado del médico y creo que hemos cumplido ofreciendo apoyo psicológico, pero también jurídico, personándonos como acusación particular siempre que se haya interpuesto una denuncia. Hemos de tener en cuenta que lo que nos llega al COMIB es la punta del iceberg; hay muchos casos que no se recogen porque no se denuncian. Animamos siempre a denunciar porque es la forma que tenemos de que primero, se conozcan los casos y segundo, se pueda luchar jurídicamente. El médico está considerado desde hace años como autoridad pública y en 2017 se consiguió que no sólo lo fuera en la consulta, sino que una agresión en la calle derivada de la consulta sea considerada como agresión en el trabajo. La figura del Interlocutor policial coordina las agresiones y las denuncias y queremos que se puedan hacer a través del COMIB. También luchamos para crear una especie de botón del pánico o de ‘App’ para indicar, mediante un geolocalizador, dónde se está produciendo esa agresión y realizaremos unas campañas en las cuales haremos prevención incidiendo en la relación médico-paciente. El 15 de marzo presentaremos el informe de agresiones, pero le puedo decir que hemos recibido informes de 14 agresiones a facultativos en 2018, una cifra exactamente igual a la de 2017, con lo que la media por 1.000 colegiados se sitúa en 2,4 por ciento en Baleares cuando en España está en el 2 por ciento, es decir, estamos por encima de esa media nacional.
¿En qué momento se encuentra el sector médico en Baleares?
Hay un problema básico que hay que afrontar en breve: el déficit de médicos es real y muy importante; no está asegurado ahora mismo que se puedan cubrir las plazas como se debe. Mire, los médicos de atención primaria son especialistas en atención primaria, lo que supone que son médicos muy entrenados y con un conocimiento muy amplio, pero lo más importante es que son la base del Sistema Nacional de Salud y creo que la atención primaria necesita recursos; hay un porcentaje de médicos en Baleares que tiene más de 55 años con lo que la renovación dentro de 15 deberá ser importante y, por otro lado, las consultas no deben estar saturadas; tiene que haber médicos para sustituir a otros en caso de baja pero sobre todo que éstos tengan tiempo para atender al paciente, ya que eso hace que la relación médico-paciente sea más estrecha y, por tanto, sea mejor. La humanización de la medicina es la base del sistema y esto necesita una estructura y una reforma que, en mi opinión, se basa en dos elementos: tiempo y no sobrecarga de agendas. Otro elemento a tener en cuenta es que los médicos, en estos momentos, tienen una sobrecarga de “responsabilidad” por llamarlo de alguna forma; los médicos debemos ser valorados y retribuidos conforme a esa responsabilidad.
¿Hay reservas para cuando, como me comenta, esos médicos de ahora más de 55 años se jubilen?
Debemos valorar cómo trabajamos es problemática; no, no hay reservas y creo que la ampliación de las plazas MIR es la solución y no la creación de más facultades de medicina. Lo que está claro es que no es un problema sólo de Baleares y se necesitan medidas urgentes para paliar este problema.
“Hay mucha diferencia entre los Grados que salen de la Facultad y los que realmente acceden al MIR”
¿Por qué faltan facultativos en las Islas?
Es una pregunta que siempre me llama la atención porque depende a qué fuentes acudas te dicen una cosa u otra; la solución, repito, no está en crear más facultades de medicina porque somos los que más médicos formamos de toda Europa. El problema radica en que hay una diferencia entre los grados que salen de la Facultad de Medicina y los que realmente acceden al MIR, es decir, a la especialidad; hay una tanda de 1.700 médicos que no acaba de llegar a especializarse con lo que desde el COMIB pensamos que sería muy positivo hacer un estudio de cómo está la demografía médica y valorar el ampliar plazas de MIR potenciando la medicina familiar haciéndola atractiva para los propios médicos.
¿Por qué no vienen a Baleares médicos de otras comunidades del Estado a suplir esa falta?
Porque la falta de facultativos no sólo se da en Baleares, el déficit es global. ¿Dónde se agrava ese déficit? Por ejemplo, en el Hospital de Manacor, y eso sucede porque cuando un médico pide venir lo hace a Son Espases, hospital de referencia de las islas y, además, quiere hacer de todo, no especializarse de inicio. Debemos luchar para hacer atractivo otro destino que no sea Son Espases y tratar de fidelizar a ese médico con un complemento específico en forma de retribución económica y creo, y esto es una apreciación mía, que ampliar plazas de MIR en Menorca o en Ibiza creando unidades docentes facilitaría que una persona que llega a ese destino acabe haciendo su vida allí, con lo que se les fideliza en esos destinos.
¿La lengua es un problema?
No es un problema, pero sí es un hándicap para que, siguiendo con el ejemplo del médico de Murcia, escoja Baleares como destino, sin embargo, creo que Mallorca sigue siendo un destino muy bueno para emigrar. Cuando se presentó la Demografía Médica nos encontramos con que Baleares era una de las comunidades dónde solicitaban plaza más médicos. Como le digo, a priori la lengua propia no es un problema porque cualquier médico que llega a Baleares lo que quiere es poder entenderse con su paciente y ese entendimiento, ya no sólo en la lengua sino en los gestos hacia el paciente, la empatía, el cariño y la paciencia, se consigue, con lo que desde el COMIB creemos y defendemos es que el catalán sea un mérito, pero no un requisito, aunque tengan dos años para poder aprenderlo. La realidad es que la mayoría de médicos que llegan a Baleares no tiene ningún problema por la lengua.
“Cuando un facultativo se va no nos dice que es por culpa de la lengua. No es un problema, pero sí es un hándicap”
¿Tienen constancia de facultativos que hayan pedido el traslado por motivos lingüísticos?
Cuando un facultativo se va no dice que es por culpa de la lengua, como sí hacen después en medios de comunicación, con lo que el COMIB no tiene constancia de ello. Cuando un médico pide la baja le preguntamos a qué Colegio va a ir y los motivos y nunca nos han dicho que sea por la lengua. Sólo por la lengua, y es una opinión personal, creo que no se van, repito, sólo por ese motivo. Si hay facultativos que tienen otras oportunidades en la península y deciden irse es por muchos motivos, no sólo por uno, y debemos conseguir que sea un destino atractivo y fidelizarlos; ése es nuestro trabajo.
¿Cómo son las relaciones entre el COMIB y la Facultad de Medicina?
En su momento desde el COMIB se apoyó la Facultad de Medicina porque primero, era una deuda histórica y segundo, porque creemos que es la mejor manera de formarse, de progresar y de potenciar la investigación. Tenemos unas relaciones magníficas con la Facultad de Medicina, estamos en permanente contacto con los estudiantes de medicina y estamos pensando en que puedan precolegiarse para acceder a las instalaciones y a los cursos y eventos que realizamos en el COMIB para que así estén más cerca. Además, ofrecemos becas para que se relacionen y colaboren con nosotros, aunque sean estudiantes, con lo que las sinergias son bastante estrechas.
Haciendo un símil futbolístico, ¿hay cantera?
Sí, estoy convencida y también que son muy superiores en cuanto a formación y estudios. Son estudiantes de un 14 de selectividad y además de esa capacidad intelectual tienen capacidades humanas, que son importantísimas para el trato con el paciente; es a lo que le llamamos ‘competencias trasversales. En el COMIB hemos iniciado cursos de “humanización” del médico que recoge temario como ‘Mindfuldness’, compasión, liderazgo, etc. Los estudiantes deben conocer cómo hacer frente a una situación inesperada o dolorosa pero también aprender a desconectar cuando llegan a casa.
“El ‘techo de cristal’ llega en el momento que las mujeres deciden ser madres”
¿Cuál es la situación de la mujer en el mundo de la medicina? ¿Se debe romper el ‘techo de cristal’?
Siempre me gusta decir, y es una realidad, que en el COMIB estamos prácticamente al 50 por ciento; si añadimos el vector edad en la gráfica nos da como resultado que, si en la franja de edad de más de 60 años hay dos tercios de hombres en relación a un tercio de mujeres, la tendencia se va invirtiendo cuando la edad va bajando. Entre 40-50 hay igualdad y entre 30-40 hay dos tercios de mujeres por un tercio de hombres, lo que nos indica que hay una feminización progresiva de la profesión médica, aunque también es evidente que esa feminización no es la misma si hablamos de puestos de poder; la representación femenina en puestos de toma de decisiones es todavía muy escasa y, aunque soy optimista en cuanto a que se irá avanzando, es una realidad que las mujeres están lejos de la toma de decisiones. El ‘techo de cristal’ llega en el momento que las mujeres deciden ser madres y me explico; hay estudios que demuestran que las mujeres sacamos mejores notas durante la carrera y en los cursos de especialización pero que en el momento de ser madres se las ‘penaliza’, lo que imposibilita la llegada de la mujer a puestos más altos. Necesitamos medidas de conciliación entre vida familiar y vida laboral y esas medidas tampoco deben penalizar, porque no me vale que podamos acogernos a una reducción de jornada y por ello se nos aparte de la carrera de la alta responsabilidad. Una de las cosas que tengo muy claras es que no es cierto que, al poder optar a puestos de responsabilidad, las mujeres digamos que no por la familia. El problema es que no nos dejan conciliar de manera adecuada lo que nos hace más difícil dar el paso; la mujer debe demostrar lo que ya se presupone que sabe o que hace.
¿Cómo son las relaciones con la conselleria de Sanidad, hay sintonía?
Creo que la conselleria y el COMIB tenemos una buena capacidad de diálogo, pero evidentemente la situación es la que es; en atención primaria deben trabajar mucho más; el recambio generacional es otro de los problemas en los que deben hacer hincapié y deben incidir en fidelizar al médico que viene a Ibiza o Menorca. Deben empezar a pensar a que, a la hora de tomar decisiones, deben preguntar al que sabe, que en este caso es el médico.
¿Por qué se saturan los hospitales cuando hay una epidemia tan común como es la de la gripe?
Estamos en epidemia y es una época de descompensación de la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) con la consiguiente saturación de los hospitales y mi pregunta es, ¿por qué acudimos a cuando una gripe debe tratarse en el médico de cabecera? La población debe tener una cierta educación sanitaria y el apoyo a la atención primaria es básico. Además, si en estas fases los hospitales deben aplazar otras citas menos urgentes para hacer frente a la epidemia no queda otro remedio; liberar camas y posponer lo programable es esencial para que no haya colapsos. El principal problema es la carencia de facultativos en atención primaria o la tardanza en las citas.