Por si no teníamos suficiente con la cuesta de enero la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) nos informa de que el precio de la energía es hoy un 25 por ciento más elevado que en enero de 2018. Y ello a se debe a que los precios se han mantenido casi invariables respecto al mes de diciembre, a diferencia de lo ocurrido en años anteriores donde en enero bajaba el precio de la electricidad.
La OCU señala que los precios de la energía tienen un componente cíclico. Durante los primeros meses de cada año se suelen producir bajadas de precios gracias a la climatología. Sin embargo, en enero de 2019, esto no ha sido así. Los precios en el mercado mayorista (OMIE) se han mantenido en valores superiores medio de 62MW con los que también se cerró el mes de diciembre. Esto supone una fuerte subida (un 24.8 por ciento más) si se comparan con los precios de enero de 2018 que cerraron el periodo con un precio de 50 euros MW.
Esta subida del precio de la energía respecto al del año pasado, ha tenido efectos en la factura eléctrica que pagan los consumidores. Este mes de enero se ha incrementado en un 6,5 por ciento respecto a la de enero de 2018. Un hogar con un consumo medio de 3500 kWh y 4,6 KW de potencia pagará este mes de media 69.59 euros por un consumo por lo que en enero de 2018 sólo pagó: 65.3 euros
La subida afecta especialmente a los consumidores que han contratado la tarifa eléctrica con discriminación horaria, ya que el precio por kWh valle, se ha elevado un 20,6 por ciento en este horario respecto a enero de 2018. Aquellos que cuentan con calefacción por acumuladores eléctricos y por lo tanto concentran elevados consumos en estos meses y ese horario, verán una fuerte subida en su tarifa respecto al año pasado. A modo de ejemplo, un hogar con acumuladores que durante el mes de enero haya consumido 3000 kWh habrá sufrido en su factura de 51 euros.
Todo ello no impide que las tarifas con discriminación horaria sigan siendo una alternativa interesante para casi todos los hogares.
Para la OCU, la razón de ese fuerte y mantenido incremento hay que encontrarla en los derechos de emisión de CO2 cuyo precio se ha elevado fuertemente desde mediados del pasado año provocando que ese mayor coste se traslade al precio con el que ofertan su energía las tecnologías más contaminantes que son las que marcan el precio de la electricidad en gran parte de las horas.