La auditoría realizada por la empresa Russell Bedford, por encargo del Servicio de Intervención del Ayuntamiento de Maó, sobre la concesión del servicio de agua y saneamiento de Maó, gestionado por la empresa Hidrobal, confirma que las inversiones realizadas por la empresa, principalmente entre los años 2007 y 2009, por valor de 2.463.598 €, fueron correctamente ejecutadas y valoradas.
De este modo, la auditoría certifica la deuda del Ayuntamiento con Hidrobal y avala el anexo introducido por el actual equipo de gobierno en el contrato de concesión, apoyada en los informes técnicos y jurídicos de los técnicos municipales y aprobada por el Pleno municipal en el año 2016, mediante la cual el Ayuntamiento se compromete a regularizar esta situación.
Entre las obras objeto de la auditoría están los proyectos de mejora de la red de saneamiento en las calles María Luisa Serra, Bisbe Gonyalons, José María Quadrado y plaza de la Explanada, así como otras intervenciones en Sant Climent, Llucmaçanes y en el Hospital Mateu Orfila.
En este sentido, cabe destacar, como indica la auditoría, que el rendimiento técnico de la red ha experimentado una significativa mejora en los últimos años, llegando a una eficiencia del 83%, muy por encima de la media de este tipo de infraestructuras.
Aunque la auditoría reconoce que las obras que han sido objeto de valoración se han realizado correctamente, detecta algunos defectos de forma en los expedientes administrativos, que en ningún caso pueden servir para cuestionar la validez de las actuaciones llevadas a cabo.
En referencia al pago de las cantidades pendientes, el concejal de Hacienda, Jordi Tutzó, ha explicado que la mayor parte de estos importes (1.895.223 €) no se pagarán en efectivo, sino que se compensarán contablemente durante los próximos 10 años , teniendo en cuenta las inversiones realizadas y pendientes de liquidación de ambas partes.
Por su parte, la alcaldesa Conxa Juanola ha señalado que “la auditoría confirma lo que ya sabíamos: que las obras están hechas y certificadas”, y ha recordado que el anexo introducido en el contrato con Hidrobal tiene el objetivo de arreglar un conflicto que está pendiente de resolución desde hace muchos años y, además, sienta las bases para hacer efectivo un mayor control, seguimiento y coordinación de los procedimientos en el futuro.
A pesar del resultado de la auditoría, el equipo de gobierno ha decidido, finalmente, no aplicar la modificación de la ordenanza que regula las tarifas del servicio de suministro de agua , aprobada por el Pleno municipal del año 2017, mientras se avanza en la resolución de la problemática de la presencia de nitratos en el agua del municipio, que debe mejorar con la entrada en funcionamiento la desnitrificadora que se instalará al depósito de Malbúger, así como con el resto de actuaciones que se están llevando a cabo.
Cabe recordar que el nuevo sistema tarifario tiene el objetivo principal de establecer un sistema de tarificación más justo y progresivo, que favorezca el consumo doméstico moderado y fomente el ahorro de agua, especialmente entre los grandes consumidores.
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