Las nubes impidieron ver en todo su esplendor la superluna de febrero, pero dejó imágenes muy bellas en diversos puntos de Menorca.
Como las captadas por Mikel Llambías en Maó o por Bep Gomila en Ciutadella.
Fue la segunda superluna del año, más grande y brillante. Esto obedece a que se halla en su perigeo, el punto más cercano a la tierra: 355.655 kilómetros.
Esta distancia supuso que brillara un 30% más y fuera un 14% más grande que cuando el satélite se encuentra a su mayor distancia de la Tierra.
Se espera que el 21 de marzo aún haya otra tercera superlun’. Será la última de este 2019.