El Senado aprueba este miércoles un cambio en el Código Penal que permitirá castigar con hasta cuatro años de cárcel a los que huyan de un accidente.
Se endurece de esta manera las penas por imprudencias en la conducción para tratar de frentar la fuga de algunos conductores tras ocasionar un accidente de tráfico.
La proposición contempla un aumento de pena, pasando de cuatro hasta nueve años de cárcel, la muerte de varios ciclistas o peatones.
Además, se agravan las penas por las imprudencias al volante, con especial atención a las que se derivan del exceso de velocidad, del consumo de alcohol y drogas.
Se trata de una iniciativa que el Partido Popular llevó al Congreso en 2017 y que contó con el apoyo de todos los grupos salvo el de Podemos.
Con esta reforma se persigue devolver a la vía penal una serie de infracciones que habían quedado fuera tras la reforma del Código Penal implementada en el año 2015.