El Pavelló Menorca volverá a vestirse de gala, en esta ocasión para recibir al CB Tormes, partido que abrirá la segunda vuelta y en el que el Hestia Menorca buscará la cuarta victoria consecutiva, quinta en seis partidos, que dejaría el objetivo de la permanencia a un paso.
Tras la exhibición de poderío mostrada por el equipo la pasada jornada, toca poner los pies en el suelo, para no verse sorprendido por un rival herido. El equipo debe mantener la línea de las últimas citas, en las que ha encadenado 4 victorias en 5 partidos, que lo han alejado en hasta tres victorias del corte que marca la salvación.
El estado de forma del equipo es, indudablemente, bueno. Probablemente es el mejor momento de la temporada de los menorquines, en defensa se está rayando a un gran nivel, en ataque el equipo a encontrado el equilibrio que le faltaba y, además, parece que los viejos fantasmas que sacudían al equipo en los finales apretados han desaparecido.
En el plano individual, Pitu Jiménez está mostrando sus mejores minutos de la temporada, Matalí está enorme -el más claro ejemplo, su actuación la pasada jornada, que le valió para ser el MVP-, Okeke, que es el dueño absoluto de la pintura cuando esta en pista, y todo un espectáculo para una afición que le idolatra, Miso, que desatasca al equipo desde el exterior. Méndez es un jugador muy regular y que siempre está ahí, incluso en intangibles que resultan trascendentales para el equipo, y Pack, un jugador ya de por sí muy regular esta temporada y que se está saliendo en las últimas citas. Estos son algunos ejemplos, que deben invitar al optimismo, aunque siempre siendo muy cautos, ya que cualquier rival puede hacerte un traje.
A todo ello se le añade un factor que muy pocos equipos, por no decir ninguno, tienen, el “Factor Bintaufa”. La atmósfera que se creó la pasada jornada es difícil de explicar con palabras. La afición menorquina es el auténtico jugador número 6 del equipo, y está compuesta por más de dos mil gargantas de media, hasta dos mil quinientas en la última cita. Ellos son el verdadero activo del club y seguro que el Tormes deberá sufrir en sus carnes este factor diferencial que tiene el Básquet Menorca.
El rival que rendirá visita al Pavelló Menorca, como decíamos, será el CB Tormes, un equipo que obtuvo una plaza en la categoría, tras el acuerdo de vinculación con el Fuenlabrada, que ha aportado diversos jugadores. Era un proyecto ilusionante, a varios años vista, pero que no está cosechando los resultados esperados a principios de temporada.
Los salmantinos son un equipo herido, que arrastra tres derrotas consecutivas y que cierra la clasificación. En Maó gastará la penúltima bala para seguir teniendo opciones reales de permanencia, de la que se encuentra a tres victorias, cuando la competición afronta los últimos seis partidos. La victoria le daría oxígeno a un equipo al que no hay que dar por muerto prematuramente, pese al pesimismo en el que parece estar envuelto.
No hay que bajar la guardia ante un equipo como el Tormes que, pese a perder en Sevilla ante el líder, plantó cara y de que manera, solo cedió al final por un ajustado 69-65. No queda muy lejos la cita menorquina en Salamanca, en la que el equipo local doblegó a los menorquines, tras remontar 18 puntos de diferencia, creando ciertas dudas en el juego menorquín.
El equipo entrenado por Alejandro Zubillaga lleva dos victorias en esta fase de la competición, el propio Menorca y Hospitalet cayeron en Salamanca, dos victorias que no le han servido para salir del pozo, manteniéndolo en una situación muy delicada, siendo el peor ataque y la segunda peor defensa del Grupo A-2.
En el primer segmento de la competición destacaron jugadores como el interior Osas Ehigitor, el MVP del equipo. El jugador, de nacionalidad española, mantiene en esta segunda fase unos números muy similares a la primera, 8 puntos, 5’3 rebotes y 10’5 créditos de valoración. Otro pilar del equipo es Víctor Moreno, que en la fase por la permanencia a mejorado sus números, 12’5 puntos, 4’2 rebotes, para rozar los 12 créditos de valoración en estos seis partidos.
Pero el jugador que se ha convertido en fundamental desde su llegada es el estadounidense Casey Nathaniel Jones, 16 puntos por partido, un gran 47% de acierto desde el triple, 4’5 rebotes y 13’7 créditos de valoración, justifican un fichaje del jugador, pese a que, de momento, no es suficiente para sacar a flote al equipo de Salamanca.
El Pavelló Menorca vestirá sus mejores galas este sábado a partir de las 20 horas, para intentar llevar en volandas al equipo en la que sería una victoria que dejaría muy encarrilada la permanencia en la LEB Plata. El partido será dirigido por Alberto Lázaro y Martí Chiva.
(Texto: Xus Rotger)