La percepción de que la inmigración es un problema está en un 84% de los encuestados, pero no todos entienden este “problema” de la misma manera. Cuanto más a la derecha nos movemos, peor considerada está la población extranjera mientras que los partidos de izquierda no lo considera un asunto grave. Tampoco se plantean igual las posibles soluciones.
La última encuesta publicada por este observatorio determina que, respecto a los inmigrantes con papeles, el 62% de la opinión de la ciudadanía es negativa. Las razones que explican este porcentaje son; que no quieren integrarse, que ocupan oficios que podrían ser para los propios baleares o que saturan los servicios públicos.
Por contra, un 28% ve positiva la presencia de inmigrantes regularizados porque deben tener los mismos derechos que los autóctonos, como valoran la diversidad como un hecho positivo y porque trabajan en oficios que muchos baleares ya no ocupan.
Aquellos que creen que los inmigrantes deben estar equiparados con los derechos de los baleares apuntan que deberían acceder a la educación en igualdad de oportunidades (65%), a la sanidad pública (52%) o a la reagrupación familiar (30%)
Cuando se cuestiona en relación a inmigrantes irregulares o sin papeles, la visión negativa hacia la inmigración crece hasta el 75%, sobre todo motivado por la sensación de inseguridad que pueden generar. La solución que apuntarían los encuestados es la expulsión. En el lado contrario, un 15% tiene una visión positiva porque entienden que éstos proceden de zonas de conflicto y la solución que proponen es crear un Plan de acogida para los refugiados.
Finalmente, en relación a los refugiados, la mitad de los encuestados justifican que la situación de Baleares no es óptima para acoger a refugiados. En cuanto a las soluciones que creen que debería adoptar la Unión Europea prima el cierre de fronteras (38%), reformar la legislación referida a inmigración (22%) o fomentar la acogida de refugiados según los parámetros acordados por los países integrantes de la UE.
