Una visita al puerto de Maó, un paseo por la Albufera des Grau hasta Favàritx, el trayecto hacia el corazón de la Isla hasta subir a Monte Toro, el blanco despertar de Ferreries y un guiño a la pasión por el queso. Es el recorrido que propone Turisme de les Illes Balears, que invita a los lectores de su web a disfrutar de Menorca en cinco días.
Bajo el título “Una vuelta a los orígenes”, propone un viaje “a los inicios del Mediterráneo”, algo así como un “paseo de culturas y civilizaciones”.
La publicación del Govern balear explica cómo visitar Menorca en cinco días, de punta a punta, para no perderse ningún tramo de su esencia.
Arranca el trayecto en Maó, la que considera “puerta natural del Meditarráneo”. Propone callejear por el centro, visitar la destilería de Xoriguer y por la noche dejarse caer hasta Es Castell para descubrir Calesfonts y disfrutar de “buena cena con la familia junto al mar y bajo las estrellas”.
Para el segundo día invita a los lectores a descifrar “las verdaderas raíces de Menorca” en Es Grau, Favàritx -“será como haber aterrizado en la luna”-, antes de “darse un chapuzón” en algún lugar tan idílico como Cala Presili.
Viajar “al corazón de la Isla” es el plan para el tercer día. “Es Mercadal, Ferreries, Alaior y El Migjorn están llenos de espléndidas sorpresas para todos los gustos y son un auténtico placer para los sentidos”.
Para el cuarto, reserva un paseo por Ferreries. “Ferreries, el pueblo más blanco del mundo, según el escritor Josep Pla”. Explica que “del centro histórico no te puedes perder el templo de Sant Bartomeu, la casa de Les Voltes, el Pla de l’Esglèsia, la plaza de la Peixateria y la calle Dalt”.
Por último, hace una apuesta por la gastronomía para el quinto día: “La cuna del queso”. Recomienda el artículo varias localizaciones para degustarlo antes de emprender camino hacia la Cova d’en Xoroi donde “donde se encuentra uno de los mejores lugares para disfrutar de un atardecer con puesta de sol”.
