Cuando nuestra isla era territorio británico, e incluso francés, quizás nos sentíamos más vinculados a esa Europa que toma las decisiones. Pero no nos engañemos, es hoy cuando los menorquines pueden escoger con su voto el devenir de muchas políticas que afectan a los isleños. Lo que ocurre es que hay un gran desconocimiento de cuales son estos ámbitos.
Algunas de las mayores percepciones de lo que Europa puede hacer por los menorquines pasa por viajes de jóvenes que estudian en el extranjero o programas económicos que ayudan a limpiar la costa de plagas vegetales. Pero hay mucho más.
Uno de los temas que más destacan en estos momentos es el que afecta a la economía insular. Con la marcha del Reino Unido de la UE se genera un cambio radical en la afluencia de turistas que proceden de este mercado. Aunque en los últimos tiempos se han apaciguado los términos de una salida brusca, rápida y quizá más traumática, hay un ambiente de prudencia de consumo que ha hecho que muchos británicos eludan el destino Menorca por otros más baratos pensando quizá que a sus libras no se les puede sacar tanto provecho como en destinos competidores.
Otro asunto es el de la política de migración, entrada y salida de personas y cómo asumir el efecto de muchos refugiados que buscan en la Europa de las oportunidades un lugar donde huir de los conflictos armados de Oriente Próximo o del hambre de África. Menorca está en una zona en la que han llegado pateras con personas que han conseguido cruzar el Mediterráneo.
No menos importancia tiene el rumbo de futuro al que aspira Menorca en cuanto a la descarbonización y, por tanto, en ser territorio piloto para la instauración de energías renovables que le permitan a la isla ser más independiente energéticamente.
La política agraria de la UE marca también los designios de Menorca en cuanto al marco en el que se producen importaciones-exportaciones o en cuanto a ayudas que permitan hacer rentables las explotaciones ganaderas.
El transporte es un tema crucial. Europa trabaja en un ámbito de coordinación (el espacio aéreo europeo) que quiere mejorar la gestión del tráfico aéreo. Que esta infraestructura contemple criterios justos para los archipiélagos, dando a entender la dependencia de este tipo de transporte, también pasa por Europa.