Google ha movido ficha y ha decidido suspender los negocios con Huawei que precisen la transferencia de productos de hardware y software, lo que dejará sin actualizaciones ni ‘apps’ a millones de terminales vendidos por la empresa china.
Huawei está en el punto de mira y Google le ha asestado un golpe que puede ser fatal. La empresa china se encuentra desde el pasado jueves en la “lista negra” de Estados Unidos por suponer una “amenaza a la seguridad nacional” y, por ello, el gigante Google ha decidido suspender sus negocios con la empresa tecnológica chica en todo lo relacionado con trasferencias de hardware y software, a excepción de los que estén cubiertos por licencias de código abierto.
En una era tecnológica donde todo se mueve a la velocidad de la luz, la traducción de la decisión de Google hará que los móviles de Huawei se queden rápidamente obsoletos. Sin posibilidad de actualizarse, se quedarán atrás en cuestión de semanas.
Y es que la posición de Google es dominante en el mercado. Suyo es un sistema tan popular como Android, que en España supone el 90 por ciento del mercado de los Smartphones, Google Play Store, donde los usuarios buscan las aplicaciones y Gmail, líder en correo electrónico.
Si el veto se cristaliza, la única alternativa para Huawei pasaría por crear su propio código operativo.
