El 92 por ciento de los baleares afirman aparcar en zonas destinadas al estacionamiento regulado, el 26 por ciento de forma habitual y el 65 por ciento ocasionalmente. El perfil del conductor que más utiliza las zonas azules es un hombre de 18 a 24 años y clase social alta que vive en una ciudad de más 200.000 habitantes del norte o centro del país. Tiene estudios superiores, trabaja y disfruta de unos ingresos en el hogar superiores a los 3.000 euros al mes.
De los conductores baleares que utilizan el estacionamiento regulado y que lo pagan en efectivo, el 76 por ciento prefieren pagar de más a arriesgarse a recibir una multa. El 32 por ciento paga entre 1 y 2 euros y el 4 por ciento más de 5 euros. “Este es uno de los problemas de utilizar efectivo que se soluciona rápidamente gracias a la tecnología”, aclara Víctor Valencia, coordinador de marketing de EasyPark. “El uso de aplicaciones móviles para abonar el ticket del aparcamiento permite a los usuarios pagar únicamente por el tiempo exacto que consumen, con lo que se eliminan esos pagos de más que hacen que el montante destinado al aparcamiento se incremente considerablemente”.
Más de la mitad de los baleares no consideran que el precio de las plazas de aparcamiento regulado deba variar en función de la ocupación o del tamaño del vehículo, pero sí de la zona en la que se encuentren y del momento del día. Sin embargo, el 89 por ciento de los conductores encuestados creen que deberían existir tarifas planas para abonar estos aparcamientos.
En cuanto a las variaciones de tarifas para los vehículos más o menos contaminantes, el 55 por ciento están de acuerdo en que los coches menos contaminantes paguen menos, pero el 52 por ciento no creen justo que los vehículos cero emisiones no paguen por aparcar en estas zonas.