Desde ABLAA aseguran que hay mucha desinformación sobre las alergias alimentarias y que cada son más frecuentes casos como el de la niña de cinco años fallecida en LaSalle. Isabel, vocal de la junta directiva, asegura que “la gente no sabe lo que es una alergia, muchos lo confunden con la celiaquía”.
Por ello piden campañas a nivel nacional para concienciar a la población sobre la gravedad del tema y a la vez se sepa diferenciar una alergia, una intolerancia y la celiaquía.
Isabel afirma que el el 20 por ciento de las reacciones alérgicas alimentarias se producen en los colegios y que cada vez hay más. Por ello exigen una mayor formación para todo el personal de los centros educativos. Es decir, que todas las personas estén formadas al respecto, sepan como prevenir una alergia y actuar ante una.
La asociación se fundó hace dos años por padres de niños con alergias alimentarias con el fin de crear conciencia a la población de su gravedad. “Una intolerancia no mata, una alergia puede acabar en muerte”, sentencia Isabel.
ALERGIA E INTOLERANCIA NO ES LO MISMO
La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) ha advertido que una intolerancia alimentaria no puede causar una anafilaxia y, por tanto, tampoco la muerte y que intolerancia y alergia son diferentes.
La entidad ha recordado que Baleares cuenta con un programa denominado “Alerta Escolar”, que permite la identificación por parte de los centros educativos y de los servicios de emergencias de los alumnos con riesgo, para poder actuar en situaciones de riesgo vital.
Las intolerancias alimentarias, como la de la lactosa o el gluten, “surgen debido a alteraciones metabólicas que impiden que el intestino absorba determinados tipos de nutrientes, lo que puede provocar diarrea o dolores tipo cólico”, ha indicado Luis Echeverría, coordinador del Grupo de Trabajo de Alergia Alimentaria de la SEICAP.
Las alergias alimentarias “se deben a alteraciones del sistema inmunológico, que reacciona ante alimentos con síntomas que van desde los digestivos a los respiratorios y cutáneos, pudiendo llegar a ser más grave y provocar una anafilaxia, con dificultad para respirar, mareo o incluso pérdida de conciencia, que puede poner en peligro la vida del paciente de no ser atendida de forma precoz”, advierte.
Las intolerancias alimentarias se confunden a menudo con las alergias “porque las medidas a seguir son las mismas: evitar el alimento”. “Pero hay que tener claro que las consecuencias de tomarlo son diferentes. De hecho, los intolerantes pueden comer pequeñas cantidades del alimento sin ver comprometida su vida”, sostiene el doctor Echeverría.
Los síntomas de las intolerancias son de tipo digestivo y no alérgico y la ingesta del alimento puede provocar daño crónico en el intestino, “pero nunca una anafilaxia”, comenta.
Tanto si se trata de una alergia alimentaria como de una intolerancia, “es preciso que el centro educativo esté informado del diagnóstico y de las medidas a seguir en cuanto a su alimentación, así como de las consecuencias que pueden tener lugar en caso de ingesta accidental”, ha explicado la presidenta de SEICAP y coordinadora del programa Alerta Escolar en Baleares, Mercedes Escarrer.
SEICAP insiste en la importancia de que los centros educativos tengan protocolos de prevención y actuación frente a situaciones de emergencia.
La pediatra Escarrer recalca que “es fundamental que los colegios o escuelas infantiles estén preparados para este tipo de urgencias de tal manera que se permita un diagnóstico temprano de la anafilaxia y, por tanto, un uso precoz de la adrenalina que permite salvar vidas”.
Baleares y Galicia cuentan con el programa “Alerta Escolar”, que permite tener identificados a los niños en riesgo “para que el centro educativo tenga contacto permanente con el servicio de emergencias y pueda actuar en situaciones urgentes”, indica.
CONMOCIÓN EN LA SALLE
El colegio La Salle de Palma vivió el pasado viernes el fallecimiento de una alumna de cinco años tras sufrir una reacción alérgica en el comedor escolar. La niña aseguró encontrarse indispuesta tras tomar el postre y desde el centro escolar se avisó a los servicios de emergencia.
Hasta el colegio se desplazó una ambulancia y una patrulla de la Policía Nacional. Los médicos atendieron a N.S.G., de cuarto curso de Infantil, en el mismo lugar debido a la extrema gravedad que presentaba pero no pudieron hacer nada por salvar su vida, falleciendo sin llegar a ser trasladada hasta un hospital.
El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional está a cargo de la investigación para esclarecer lo sucedido.
Este es un artículo de Marta Llabrés para Mallorcadiario.com