El escritor Rafel Nadal presentará este miércoles a las 20.00 en la biblioteca pública de Ciutadella y el jueves a la misma hora en la de Maó su última novela “El fill de l’italià”. Se trata de un relato en el que el puerto de Maó juega un papel importante en la primera parte del texto.
“El fill de l’italià” narra la historia de los supervivientes del acorzado Roma que, tras el ataque de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial vieron como el buque se hundía y se refugiaron en el puerto de Maó. Allí pasaron unos meses hasta que todos ellos fueron trasladados hasta Caldes de Malavella en Girona.
En el pueblo gerundense es en donde arranca la historia con Mateu. Él crece en una familia rota que no se siente suya. Desde pequeño lucha por dejar atrás los gritos, las peleas y la miseria de la Mina, la casa más pobre de Caldes de Malavella, la que todo el mundo evita. Mateo trabaja en cualquier empleo que encuentra para ayudar a su madre a sacar adelante la familia y para labrar su propio futuro. Pronto descubre que tiene motivos para sentirse un extraño en esta casa, porque sus orígenes se esconden detrás de un secreto del que nadie habla pero que conoce todo el mundo.
En 1944, poco antes de que Mateu naciera, el pueblo de Caldes vivía las desconfianzas, los recelos y todas las miserias de la posguerra. Había familias rotas, muertes y penurias, había republicanos escondidos, maquis emboscados, se vivía bajo el control de la Guardia Civil y la supervisión moral de los curas … Aquel año, sin embargo, la ciudad se vio marcada por un hecho insólito: un millar de jóvenes marineros italianos fueron destinados para refugiarse. Son los supervivientes del hundimiento del acorazado Roma, el buque insignia de la Real Marina italiana, que fue bombardeado por los alemanes el 9 de septiembre de 1943 en venganza por el armisticio entre Italia y los aliados.
En la deflagración y el terrible naufragio del Roma murieron 1.300 marineros, y el millar que sobrevivió, malheridos y conmocionados, fueron rescatados y llevados a Menorca, primero, y después a la costa catalana, donde fueron acogidos en los establecimientos termales de Caldes de Malavella. Los italianos llegaron a Caldes enfermos y desnutridos, pero pronto se rehicieron en esta villa modesta que les proporcionaba un oasis hermoso, seguro y suficientemente confortable.
Mientras esperaban que las autoridades se decidieran a facilitarles el regreso a Italia, su presencia revolucionó las calles del pueblo. A pesar de la crueldad insoportable de la posguerra, muchos aldeanos -y especialmente a las jóvenes- esta presencia les ayudaba a soñar.
Joana vive otra realidad muy diferente a la que está acostumbrada, la del noviazgo secreto del italiano galán y sintiendo que, por primera vez en la vida, un hombre la halaga y enamora.
Años después, su hijo, Mateo, el hijo del italiano, está satisfecho con la familia que ha subido con su esfuerzo, dejando atrás las penurias. Pero a los sesenta años, siente que le falta una pieza en la historia personal. Mateu, con el apoyo de toda la familia, se decidirá a viajar a Génova para encontrar a su padre, el chico que silbaba canciones napolitanas a Joana y que le despertaba la ilusión de vivir.
Con esta novela, de la que ya se han vendido 30.000 copias, Rafel Nadal ganó el Premi Ramon Llull este año.