El seguimiento biológico de las praderas de posidonia oceánica que realiza el Observatorio Socioambiental de Menorca (OBSAM) ha confirmado que estas se encuentran en una situación delicada siendo las que están en por estado de conservación las de las zonas de Fornells, Sant Esteve, Son Bou, Cala Blanca y Sa Farola.
El estudio del OBSAM, que se realiza en 14 estaciones fijas desde el año 2014, muestra que en el último seguimiento, de 2018, en la pradera de la estación situada dentro del puerto de Maó “se encuentra en un estado deficiente desde el inicio del seguimiento. Este hecho no resulta inesperado, ya que el puerto de Maó tiene una importante actividad urbana, comercial y recreativa que afecta a la calidad del agua”.
La estación situada en la bahía de Fornells sigue el mismo camino que la anterior, “este puerto, aunque tiene una actividad inferior, presenta una alta frecuentación humana en verano que puede tener implicaciones negativas sobre las praderas. Por un lado, la alta frecuentación, puede implicar una disminución de la calidad del agua y afectar la productividad de la planta por la disminución de la transparencia del agua y, por otro, un daño directo y mecánico sobre la pradera por parte del fondeo de embarcaciones”.
El OBSAM destaca que “los resultados obtenidos en la estación de Fornells nos dan señales de degradación de la bahía que se deberían tomar seriamente. Uno de los objetivos de utilizar bioindicadores a largo plazo cobra sentido cuando nos encontramos frente a situaciones de alerta que nos permiten poder actuar antes que sea demasiado tarde, por este motivo, recomendamos monitorizar más parámetros biológicos y fisicoquímicos dentro de la bahía sin dejar de lado el análisis de las actividades antrópicas de la zona. Con todo ello, se analizaría, por un lado, el estado de conservación de diferentes comunidades y hábitats de la bahía y, por el otro, la posible aplicación de medidas de gestión”.
En la estación de Sa Farola el OBSAM ha podido “constatar esta degradación” y en la estación de Addaia, que se sitúa en la parte externa de la bahía, entre los puertos de Addaia y de na Macaret, “la pradera presenta un estado regular de conservación”.
El OBSAM señala que “Es Grau es una estación situada en una zona de uso náutico recreativo y también presenta valores deficientes de conservación. En el caso del límite superior, el estado deficiente de la pradera es debido a una baja densidad de haces que puede responder a la acción humana, dado que está en una zona habitual de fondeo de
embarcaciones, y a la propia localización de la estación”. Y en las estaciones de la isla del Aire han detectado “estados de conservación aceptables, aunque no alcanzan los valores óptimos“.
Además, el OBSAM explica que “otros aspectos constatados durante la campaña son que no se ha observado ninguna nacra viva, pero sí que se ha observado presencia de algas invasoras en todas las estaciones“.
Los resultados de este último estudio de las praderas de posidonia se presentarán el próximo día 11 de julio en el Castell de Sant Antoni de Fornells, a las 20 h, en el marco de las charlas de los Diálogos bajo el Agua.