El fin de semana comenzará con tormentas, que facilitarán un desplome de las temperaturas -sobre todo en Galicia, Castilla y León, Andalucía y Extremadura- donde los termómetros descenderán de 8 a 10 grados, y de 5 a 6 grados en el interior peninsular, mientras que en Baleares el calor no remitirá hasta el domingo.
El sábado se prevé un “descenso considerable de los valores”, salvo en el nordeste y en Baleares, donde habrá registros todavía muy altos, así como la formación de chubascos acompañadas de granizo. De todas formas, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) no prevé precipitaciones en Menorca hasta el domingo entre las 12 y las 18 horas. Da un margen del 55% de probabilidades.
Estos episodios tormentosos son consecuencia de una nueva Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) -ubicada hoy entre Canarias y la península- y que el fin de semana cruzará todo el país dando paso a un refrescamiento generalizado, el sábado en el noroeste y en zonas del interior peninsular y el domingo en áreas mediterráneas.
Aunque en principio esta DANA no pinta igual que la de la semana pasada, será necesario, si se cumplen los pronósticos, estar atentos a los avisos de Meteorología por posibles riesgos de fuertes tormentas.
El domingo las temperaturas diurnas descenderán en Baleares y en la mitad oriental interior peninsular, de forma notable en el nordeste, mientras que subirán en Extremadura y oeste de Andalucía y seguirán con pocos cambios en el resto.
A partir de la próxima semana -15 al 21- la situación tiende a ser “típica del verano y sin temperaturas extraordinarias” en todo el país, excepto el norte donde hay probabilidad de tormentas aisladas en Pirineos, Ibérica y Baleares, ha añadido la portavoz.
El martes, las temperaturas descenderán en general, para volver aumentar a partir del jueves, aunque siempre dentro de los valores normales para la época del año.