Las conclusiones de la encuesta de GADESO apunta que los hijos y las mujeres son la parte de la familia más afectada por la falta de conciliación en el ámbito laboral y familiar en verano. Los pequeños tienen vacaciones escolares y los padres están trabajando: esta combinación obliga a forzar el apoyo de terceros, sean los abuelos o servicios como escuelas de verano. Trabajar más horas para pagar los costes que supone este panorama no favorece la “salud familiar”.
El 80% de los hombres y mujeres que trabajan en verano consideran que compatibilizar los horarios de trabajo con los tiempos de calidad en familia es complicado. Parte de la culpa está en el ansia de ganar más dinero (para cubrir gastos en invierno si no hay continuidad laboral).
A la hora de preguntar a qué dedica el tiempo libre en verano, los mayores porcentajes tanto en hombres como en mujeres es que no tienen tiempo libre. Si lo hubiere, sobre todo se destina a descansar, pero solo un 14% de los hombres lo dedican a la familia mientras que las mujeres suben este porcentaje a un 40%.
El tiempo que se dedica a trabajos del hogar o a atender a los niños ronda entre las tres o cuatro horas diarias en las mujeres pero cae a solo una hora de media en los hombres, lo que reafirma la clara brecha de género en el tema de la conciliación y del papel que desempeña cada progenitor.
El grado de dependencia por atender a los niños en verano es mayor en función a la edad del niño, cuanto más joven es, más atención pide. Las guarderías o escuelas de verano son un apoyo (que hay que costear) para seguir trabajando. Cuando los padres trabajan en verano, combinar los servicios que atienden a los niños (incluyendo la ayuda de otros familiares) no es siempre fácil, posible o fácil de pagar. GADESO recuerda la paradoja de muchas mujeres que tienen un trabajo en verano, cuando los niños tienen vacaciones escolares, mientras no tienen en invierno, cuando los niños están en la escuela. Sin duda, nuestra sociedad actual en las islas no ha sabido aún resolver bien estas situaciones en las que aún está muy lejos una verdadera y necesaria conciliación laboral y familiar.
Los motivos que empujan a trabajar en verano es, en un 76%, complementar el sueldo de la familia y en un 45% atender compromisos económicos adquiridos por la unidad familiar.
La tipología de los contratos es mayoritariamente de fijos discontinuos siendo el 40% de los casos en hombres y un 36% en mujeres.
Está imposible, escuelas de verano caras que tan sólo dan 4 o 5 horas de servicio…
El calendario escolar no está pensando para las familias trabajadores… ¿Y así quieren que nazcan niños???