“Blanca”, un yate a motor personalizado de 52,45 metros de eslora que fue construido en 2008 por Baglietto en Italia en su astillero La Spezia cuenta con un casco de acero de desplazamiento y una superestructura de aluminio, con cubiertas de teca. Se encuentra atracado en el puerto de Maó y atrae las miradas de los paseantes por el bello diseño realizado por Francesco Paszkowski.
Esta embarcación de lujo es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 17 nudos y puede navegar cómodamente a 15 nudos. Sus tanques de agua almacenan alrededor de 25,000 litros de agua dulce.
Pero además, este fin de semana se han podido ver en las costa de Menorca varios barcos conocidos como el Hermitage, de 68 metros de eslora y uno de los más lujosos del mundo. Su propietario es el magnate ruso Anatoly Sedikh. Esta embarcación está valorada en 100 millones de euros, cuenta con espacio para 12 pasajeros en seis suites y una tripulación de 18 personas alojada en nueve cabinas.
Otro de los yates de lujo que ha visita la isla este fin de semana ha sido el Sibelle, que pertenece a un jeque del petróleo, tiene 50 metros de eslora, capacidad para 11 tripulantes y 10 invitados, por lo que cuenta con cinco camarotes, dos de ellos vip, uno doble y uno con dos camas disponibles. La suite del propietario tiene 61 metros cuadrados y cuenta con dos vestidores y dos habitaciones con baño.
Y por la costa sur de la isla navegaba esta mañana El Main, el yate de Armani, que se dirigía a Ibiza desde Cerdeña.