Maó se prepara para acoger a la mejor flota de embarcaciones clásicas del Mediterráneo. La XVI Copa del Rey de Barcos de Época, organizada por el Club Marítimo de Mahón, reunirá a 43 embarcaciones procedentes de 11 países. La cita menorquina, considerada como la principal regata del calendario español de veleros construidos desde finales del siglo XIX hasta 1975, tendrá lugar en el puerto de Mahón del 27 al 31 de agosto y pondrá punto final al Campeonato de España de Barcos de Época y Clásicos de la Real Federación Española de Vela, formado por la Sail Racing PalmaVela del Real Club Náutico de Palma, el Trofeo Puig Vela Clásica del Real Club Náutico de Barcelona y la Regata Illes Balears Clàssics del Club de Mar Mallorca.
La XVI Copa del Rey de Barcos de Época dará comienzo oficialmente este martes (27 de agosto) con una primera jornada destinada al registro e inspección de los participantes. Al día siguiente tendrá lugar la presentación a los medios (12.00 horas) y el acto de bienvenida a las tripulaciones (20.00 horas). El pistoletazo de salida de la primera regata está programado para el jueves (29 de agosto) a las 12.30 horas. La organización prevé realizar una regata diaria hasta el sábado (31 de agosto), en que se disputará la última manga y se celebrará la ceremonia de entrega de premios (20.00 horas).
La flota se dividirá en cuatro categorías (Época Bermudiana, Época Cangreja, Clásicos y Espíritu de Tradición), en función del año de botadura y el aparejo de la embarcación.
La clase Época comprende a aquellos veleros que fueron construidos antes de 1950. La clasificación en este grupo diferencia a los que montan vela cangreja (trapezoidal, de uso corriente a finales del siglo XIX y principios del XX) o Bermudiana (triangular).
El Cippino (1949), del armador y patrón Martin Billoch, en representación del Yacht Club Argentino, buscará revalidar el título conseguido en la categoría Bermudiana de la Copa del Rey del año pasado. Enfrente tendrá una competitiva flota formada por otras 12 unidades y que incluye joyas de la historia naval como el Hallowe’en (1926), el Mercury (1938), el Argyll (1948) o el italiano La Spina (1929), que participa por primera vez en la regata menorquina.
La ausencia del Kelpie, embarcación vencedora en la pasada edición, sitúa al Marigan (1898) como “cabeza de serie” de la clase Época Cangreja (seis participantes). El cuttter áurico de Tim Liesenhoff llega a Mahón tras ganar las dos regatas previas del circuito Mare Nostrum y con la clara intención de repetir el triunfo que ya obtuvo en 2015. El Chinook (1916), un diseño de Herreshoff armado por Jonathan Greenwood, cuyo palmarés está adornado por dos copas del Rey de Barcos de Época (2013 y 2014), luchará también por la victoria en esta clase, junto al Olympian (1913), un P-Class recuperado en 2013 por Bruno Troublè, padre de la Louis Vuitton Cup y patrón de las campañas francesas de la Copa América en los años 1977, 1980 y 1983.
En la categoría de clásicos, que engloba a 16 barcos botados entre 1950 y 1975, el Argos (1964), de la armadora estadounidense Bárbara Trilling, tratará de repetir el triunfo del pasado año. Su máximos rivales seran, a priori, el Galvana (1975), liderado por el navegante oceánico Alex Pella, y el Yanira (1954), patroneado por el solvente regatista menorquín José Negrete. De la lista de candidatos a la victoria en esta división no sería prudente excluir a otros barcos con la larga tradición, como el Giraldilla (1963), de Valle de la Riva; el Corsaro (1960), de la Marina Italiana, o el Kahurangi (1952), donde dio sus primeros pasos el legendario marino Sir Peter Blake.
En la categoría restante, Espíritu de Tradición, donde se dan cita embarcaciones clásicas modificadas, barcos de fibra de los años 70 y réplicas modernas, el menorquín Calima (1970), armado por Ana Pujol, parte como inevitable favorito tras haber ganado la Copa del Rey de Barcos de Época en once ocasiones. El Legolas (1996) interrumpió el año pasado la increíble racha de victorias del barco del Club Marítimo de Mahón y se reivindicó como barco ganador, mientras Lohengrin (1974) y Orion (1977), que siempre rondan los puestos de cabeza, esperan que este sea su año.
“Estamos muy satisfechos con el nivel de la flota”, ha asegurado Nacho Marra, director del Club Marítimo de Mahón y de la regata, quien ha recalcado que las llegadas de las diferentes pruebas se darán en el interior de la rada mahonesa siempre que el tiempo y el tráfico marítimo lo permitan. “La belleza de nuestros paisajes marítimos y la arribada en puerto son, sin duda, dos de los grandes valores distintivos de la Copa del Rey de Barcos de Época”.