Para adelgazar, no todo vale. Con la llegada de septiembre, las famosas dietas “milagro” comienzan a cobrar vida entre aquellos que desean perder peso de forma rápida. Pero estas dietas suelen ser extremas y, en muchas ocasiones, peligrosas para la salud. Algo parecido ocurre con los medicamentos comercializados sin prescripción médica, que, en algunos casos, además de no traer beneficios, exponen a la población de manera innecesaria a sus efectos adversos y, en muchas ocasiones, los usuarios acaban abusando de su consumo.
Cremas, pastillas, infusiones… el buen tiempo trae consigo un aumento de la publicidad de productos para adelgazar, que también pueden entrañar graves riesgos y provocar importantes efectos secundarios. Además, los resultados, a pesar de sus promesas, suelen ser decepcionantes para el consumidor.
Ante esta situación, la Organización de Consumidores y Usuarios ha elaborado una guía útil de 24 páginas que se puede solicitar de forma gratuita, en la que explica cómo adelgazar de forma efectiva sin recuperar esos kilos por el famoso “efecto rebote” y, lo más importante, sin poner en riesgo la salud. En la guía, OCU responde a algunas cuestiones: ¿cómo identificar productos “milagro” y qué efectos pueden tener sobre la salud? ¿cuáles son las dietas “milagrosas” más conocidas y publicitadas y cómo afectan a la salud? o ¿por qué son peligrosos los medicamentos sin prescripción médica?
Además, la Organización detalla el método a seguir a través de pautas y consejos: cómo ajustar la dieta, elementos imprescindibles en ella, cómo cuidar la alimentación fuera de casa, pros y contras de las aplicaciones sobre ejercicio… y lecciones de todo tipo para dar el paso hacia el deporte, cambiar hábitos de vida, etc.
A continuación, OCU recuerda las claves para tener en cuenta antes de empezar una dieta:
Los milagros no existen: seguir cualquier régimen que proponga suprimir algún alimento de la pirámide nutricional puede implicar graves desequilibrios para el organismo y serios problemas de salud. Por eso, desconfiar de las dietas “milagrosas” que carecen de cualquier base científica es la decisión más sensata. Un ejemplo son las dietas hiperproteicas, que, prolongadas en el tiempo, pueden sobrecargar el riñón.
Desconfiar de los productos para adelgazar: es muy común encontrar a través de cualquier soporte anuncios animando al consumidor a perder “kilos de más”. Pero adoptar un tratamiento inadecuado puede traer graves consecuencias, desde riesgos cardiovasculares o mareos, hasta trastornos de la conducta alimentaria. OCU da las claves para identificar este tipo de productos y recomienda desconfiar de aquellos que sugieran ser seguros por el hecho de ser “naturales”, que prohíban el consumo de un alimento o grupo de alimentos, o que prometan resultados rápidos, asombrosos o “mágicos”.
Los medicamentos, solo bajo control médico: Manchas oleosas procedentes del recto o disminución de la absorción de vitaminas liposolubles son algunas de las consecuencias que puede traer el uso de fármacos comercializados sin prescripción médica. OCU opina que la venta de muchos de estos medicamentos no beneficia al consumidor, y no está de acuerdo con las condiciones de comercialización de estos fármacos.
Adelgazar sin volver a engordar, la clave del éxito: fijarse un objetivo factible y acorde a la configuración corporal del individuo, ponerse en manos de un dietista-nutricionista cuando se trate de una pérdida de peso significativa o cambiar hábitos físicos y de alimentación son algunas de las claves para conseguir un resultado efectivo y permanente en el tiempo.