Mallorca, Menorca e Ibiza cuentan en la actualidad con calas y playas en la que los canes podrán disfrutar plenamente de la belleza y frescura de las aguas del Mediterráneo.
En total, son nueve los espacios para el recreo canino, entre ellas: Calas de Santa Eulària del Riu (Ibiza), Cala Blanca, Playa de Llenaire, Playa de Na Patana, Palmanova, la Costa de la Palma y Palma de Mallorca (Mallorca), Cala Binigaus y Cala Fustam (Menorca). Estas playas se caracterizan por ser pequeñas, con arena blanca y brillante, así como mantener un oleaje moderado.
Según el informe emitido por el Colegio Oficial de Veterinarios de las Islas Baleares (COVIB), el porcentaje de mascotas ha crecido de un 17% a un 19% en el último año, alojando a 263.728 perros en Mallorca, 24.601 en Menorca y 38.703 en Ibiza; además, de otras 9.993 mascotas más donde predominan principalmente los gatos.
Para la corporación Hotels Combined, Baleares es una de las comunidades con mayor número de alojamientos Pet Friendly, donde también existen alternativas para alojar al dueño y a su mascota en una misma habitación y realizar entrenamiento conjunto. Esta impresionante demanda y amor hacia los animales ha determinado el desarrollo de residencias caninas, que tienen una gran acogida en la actualidad, sobre todo, en la temporada de vacaciones donde la familia quiere viajar asegurando en manos de profesionales al engreído del hogar.
Para Santiago Hernández, portavoz de GUIADEMASCOTAS, “Los alojamientos pet-friendly, son una especie de spa canino donde tratan como reyes a los animales domésticos, se les ofrece cómodas camas, juegos, golosinas y masajes anti estrés. Un trato de primer nivel, que traduce el cuidado que sus dueños normalmente le dan en casa, ellos no sienten su ausencia, al contrario, se relajan y disfrutan también de unas merecidas vacaciones”.
Sin embargo, a pesar de las excelentes condiciones de las estancias para mascotas, se necesita llevar un proceso de adaptación para la mascota antes de dejarlo, lo que puede significar una prueba de fin de semana o no menos de tres días para evaluar su reacción, así como proporcionar un teléfono de contacto de un familiar o amigo en caso de emergencia.
Además, es importante explicar al cuidador o veterinario el temperamento del animal, puntos débiles, sobrenombres usados, su dieta diaria y, por supuesto, examinar que el espacio asignado para la mascota cuenta como mínimo con 6 metros cuadrados, buena ventilación, vigilancia y espacios abiertos para su libre recreación.
Este, sin dudas, es un potente mercado y se ha transformado en el boom de los negocios emergentes, debido a que el promedio de la pensión para que tu perro disfrute de la estadía en estos recintos es de 250 euros mensuales y 10 euros al día; pero, el principal valor es que el porcentaje de perros abandonados se ha reducido considerablemente, ya que en años anteriores la tendencia era encontrar a miles de canes en las calles durante la época de vacaciones.
Por último, si bien es cierto que una residencia para mascotas resulta beneficioso para evitar que tu pequeño se estrese o se sienta solo durante tu viaje, también es una alternativa para que aprenda a convivir con otros animales, reforzando su sociabilidad, desarrollo físico y emocional mientras se divierte y explora un nuevo lugar.