Así lo ha indicado este miércoles la Conselleria de Salut i Consum con motivo de las primeras Jornadas sobre la Migraña en Baleares, que tendrán lugar hasta el sábado en el Hospital Universitario Son Espases. La consellera de Salud y Consumo, Patricia Gómez, ha presidido la inauguración.
Según Gómez, estas jornadas “servirán como punto de encuentro para intercambiar ideas y elaborar estrategias que permitirán mejorar la calidad de vida de los pacientes”. La Consellera también ha elogiado el hecho que en estas jornadas hayan participado personas afectadas, ya que con este gesto, ha remarcado, se consolida “la cultura de tener en cuenta a los usuarios a la hora de tomar decisiones que les afectan”.
LA MIGRAÑA SUELE APARECER A PARTIR DE LOS 20 AÑOS
La migraña es un tipo de dolor de cabeza crónico y de gran intensidad al que se le añaden otros síntomas (náuseas, vómitos, pérdida de hambre, diarrea, hipersensibilidad) que pueden llegar a impedir a la persona afectada desarrollar sus actividades diarias.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la migraña es la tercera enfermedad más frecuente y la sexta más discapacitante, que afecta a un 12 por ciento de la población, con hasta tres veces más casos en mujeres que en hombres -por factores hormonales y genéticos- y suele aparecer a partir de los 20 años y hasta los 65 años, a pesar de que también afecta a un 6 por ciento de los niños.
La OMS estima que la migraña supone el 10 por ciento de las visitas al médico en atención primaria, el 20 por ciento al especialista en neurología y el 1,5 por ciento del total de las urgencias hospitalarias.
El tratamiento de esta enfermedad conlleva tanto tratamientos farmacológicos como preventivos, que tienen por objetivo reducir la frecuencia de los ataques y mejorar la vida de los pacientes.
Desde el área de Salut se aconseja también realizar ejercicio físico moderado y regular, mantener una buena alimentación, dormir bien -al menos ocho horas diarias- e identificar y tratar otras enfermedades que pueden favorecer que aparezcan episodios de ataques de migraña, como la depresión, la ansiedad o el estrés.