El papel de los medios de comunicación y de las administraciones públicas en la difusión de información a la población, cómo llegar con mensajes claros, con información veraz, cómo actuar ante crisis sanitarias para evitar la alarma en la ciudadanía… Fueron algunas de las preguntas a las que trataron de dar respuesta en el encuentro que ha acogido la Escuela de Salud Pública de Menorca.
El objetivo, tratar de encontrar vías y actuaciones que mejoren la información sanitaria, tanto la que se difunde desde las instituciones como la que trasladan los medios de comunicación a la población. “Se necesita más pensamiento crítico y mucha educación sanitaria”, subraya Milagros Pérez Oliva, periodista de El País, quien llama la atención sobre la necesidad de “pensar en las razones estructurales de las cosas”, no quedarse en la superficie, en los hechos sino dar un paso más y tratar de responder al porqué se da una determinada situación.
Ildefonso Hernández-Aguado, uno de los coordinadores del encuentro, vocal de Comunicación en la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria, apunta que en España hay una “política defensiva de sanidad. No hay estrategias a largo plazo”.
En este sentido, es importante resaltar que la Ley general de Salud Pública habla de establecer y actualizar criterios de buenas prácticas para las actuaciones de promoción de la salud y que estos criterios se deben poner a disposición de los periodistas para facilitar la comunicación en salud pública. Asimismo, se prevé que las administraciones públicas sanitarias cuenten con la colaboración de los medios de comunicación para difundir recomendaciones sobre salud pública. Sin embargo, estas disposiciones no se han desarrollado ni se cumplen y tampoco existe mucha interacción entre las instituciones sanitarias y los medios.
Para Graziella Almendral, directora de Indagando TV y presidenta de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), uno de los problemas es que “la salud pública y la televisión están totalmente separados”. Hoy en día solo el uno por ciento de la información se dedica a salud en los informativos y se ha llevado a los programas de entretenimiento, convirtiéndolo, muchas veces, en espectáculo.
La especialización y la formación están en la base de una buena información sobre salud, tal y como explica Michele Catanzaro, periodista freelance, que muestra proyectos como “salud con lupa”, “medicamentalia” o el proyecto “PerCientEx”.
Sobre el papel de los gabinetes de comunicación, María Jesús García, jefa de prensa en el Ministerio de Sanidad durante la etapa de la ministra Trinidad Jiménez, dice que para un gabinete la base o el punto de partida está en “la confianza y la credibilidad”.
Durante el encuentro, también se han dado referencias a las crisis sanitarias y al papel de las administraciones, a cómo los rifirrafes entre ellas restan credibilidad y dejan a la población sin referencias y sin saber a quién creer.
Joan Carles March, coordinador de este foro de debate, explica que, en general, la gente valora que tiene buena salud, “la motivación y el ímpetu para cambiar la conducta es bastante bajo”. Entre sus recomendaciones, la necesidad de implicar, entretener, contar experiencias de las personas, proponer razones para actuar y crear una implicación emocional.
Transparencia, buenas prácticas, expertos, especialización, participación de las instituciones, son algunas de las ideas que salieron de este primer encuentro, punto de partida para elaborar un documento que ayude a trasladar información en salud útil y veraz para la ciudadanía.