¿Los farmacéuticos tienen una mayor facilidad para empatizar con los demás?
Bueno —sonríe—, en mi caso, la verdad es que siempre he escuchado a la gente, porque, aparte de ser farmacéutica y tener una farmacia, trabajaba en la Clínica Planas, por lo que estaba muy en el día a día de los pacientes. Una de las cosas que más me gustaban era el contacto directo con las personas que estaban ingresadas. Me gustaba que me contasen cosas de sus vidas y sus problemas, para saber en qué las podía ayudar.
¿Cómo es su relación con el Govern?
Nosotros siempre hemos tenido una buena relación con el Govern. Siempre que hay un problema nos basamos en el diálogo. Creemos que la colaboración con las instituciones públicas es importantísima para que los dirigentes políticos puedan luego llegar a acuerdos y hacer leyes atendiendo a las necesidades de los distintos sectores, incluido también el empresarial. Pero como le decía, siempre hay una base fluida de diálogo con el Govern, pues es cierto que hablando se entiende la gente.
“La Administración es muy lenta a la hora de conceder licencias y de otorgar permisos. Hay demasiada burocracia, demasiadas trabas”
¿Cómo valora la situación económica actual en nuestro país?
Es obvio que hay una ralentización y que la economía está creciendo a un ritmo menor, pero no estamos aún en una crisis. En España nos encontramos en un momento de incertidumbre, porque no hay estabilidad ni seguridad jurídica por la falta de un Gobierno estable y moderado. A ello hay que sumarle el Brexit, la guerra comercial entre Estados Unidos y China o que Alemania está casi en recesión. Todos esos factores están influyendo en que la economía esté ahora en un proceso de ralentización, lo cual repercute finalmente en que haya una menor creación de empleo.
¿Y cómo ve la situación política en España, ahora que habrá unas nuevas elecciones generales?
Considero que no puede ser que los políticos sean tan irresponsables, que no podamos tener un Gobierno y que estemos ahora ante unas cuartas elecciones en muy poco tiempo, con lo que cuestan y con lo que ello supone. Creo que los políticos tendrían que ser capaces de pactar y de llegar a acuerdos, en lugar de mirar su propio ego y su satisfacción personal. Los partidos tendrían que mirar más por los ciudadanos.
¿Qué enseñanza podemos aprender de la quiebra de Thomas Cook?
Creo que el problema más importante de Thomas Cook ha sido sobre todo un problema de gestión. Algo les ha fallado en ese sentido. Por otra parte, no debemos olvidar que quienes más sufrirán ahora lo que ha pasado en Thomas Cook serán los trabajadores, además de los hoteleros, claro. También se verán afectados otros sectores, ya que esa situación de quiebra repercutirá en los distribuidores, los transportistas, los restauradores o los agricultores.
“Las mujeres aún ocupamos pocos puestos directivos en España; muchas tienen aún unas cargas añadidas por el hecho de ser madres y ocuparse de la familia”
¿Cuál cree que debería ser el papel del turismo en el futuro?
Lo que tenemos que hacer en Baleares es apostar por la calidad y por el valor, más que por el volumen. Tenemos que apostar para que los hoteles hagan reformas o para que por ejemplo Palma siga con el cambio que ya está haciendo. Todo eso hará que tengamos más valor. En cuanto a los cruceros, creo que se han de regular, pero ello no significa que sobren turistas. No sobran. Todos los turistas han de ser bienvenidos y han de encontrar unas ciudades lo más amables posibles. Además, es igualmente necesario que haya calidad en todos los servicios que puedan necesitar.
¿Faltan hoy jóvenes emprendedores?
Hay emprendedores, pero tienen muchas dificultades, porque la Administración es muy lenta a la hora de conceder licencias y de otorgar permisos. Hay demasiada burocracia, demasiadas trabas. Existen una serie de obstáculos que los emprendedores tienen que ir venciendo y además han de encontrar también financiación. Por tanto, tiene mucho mérito lo que hacen los emprendedores. Por otro lado, creo que hace falta también formación, porque para según qué trabajos no hay gente cualificada. La juventud tendría que apostar no sólo por los estudios universitarios, sino también por ejemplo por la FP Dual. Además, tenemos que apostar también más por las nuevas tecnologías.
La Fundación Impulsa cumple cinco años. ¿Cuáles son sus objetivos?
Esta fundación nació con dos ideas esenciales. La primera era que hubiera una colaboración público-privada y que el Govern estuviera dentro de la fundación, para que conociera los problemas de los empresarios. La segunda idea esencial era potenciar la competitividad global de Baleares y que eso repercutiera en una mayor creación de empleo y en un mayor bienestar para los ciudadanos. Hemos llegado a la conclusión, como le comenté hace un momento, de que hay que apostar más por el valor, la calidad, la digitalización y la formación.
“El problema más importante de Thomas Cook ha sido sobre todo un problema de gestión”
Como mujer, ¿cómo ve a nuestro país hoy en materia de igualdad?
Creo que las mujeres aún estamos ocupando pocos puestos directivos importantes en España, si bien pienso que poco a poco habrá más. El hecho de que muchas mujeres seamos madres y de que tengamos obligaciones familiares aún sigue pesando en ese sentido. Hace unos días asistí, precisamente, a las primeras jornadas de ‘Mujer y Liderazgo’, organizadas por Gloria Lomana, en las que se llegó a la conclusión de que a pesar de estar en una sociedad muy moderna y en el siglo XXI, muchas mujeres tienen aún unas cargas añadidas por el hecho de ser madres y ocuparse de la familia, cargas que el hombre no tiene. Eso supone, por ejemplo, tener que renunciar a puestos directivos o a posibles traslados.
¿Cree que esa situación puede cambiar?
La mujer poco a poco está subiendo escalones e igualándose al hombre. Además, está igual de formada que él. El hombre, por su parte, se ha de mentalizar de que debe cuidar también a los niños, a la familia y a los mayores, que son responsabilidades que no siempre ha de asumir la mujer. Por otra parte, otra de las conclusiones a las que se llegó en las jornadas que le he comentado fue que las mujeres gestionamos de una manera mucho más eficiente que los hombres. Las mujeres usamos más la inteligencia emocional, mientras que los hombres son más racionales.
Usted siempre recalca el valor del trabajador en cualquier empresa…
Sí, es así. Si los trabajadores de una empresa están contentos, al final esa empresa va mucho mejor. Cuando se trata a una persona con cariño y afecto, esa persona siempre responde. Le contaré una anécdota. Mi padre —el doctor Vicente Planas Hevia— siempre decía que cuando un paciente iba a su consulta, antes que nada se tenía que tratar la parte humana de esa persona. “Yo hago de psicólogo, de notario, de sacerdote y al final hago de médico”, me decía. Trataba al paciente en su conjunto. Si aplicamos esa manera de pensar y de actuar al funcionamiento de una empresa, entendiéndola también como un todo, se puede conseguir que esa empresa funcione bien.
“En materia turística, lo que tenemos que hacer es apostar por la calidad y por el valor, más que por el volumen”
¿Cree que es positiva para nuestro país la coexistencia de la sanidad pública y la privada?
Creo que cuando hablamos de sanidad o de salud, hablamos de salud en general, no hay pública ni privada, pues la calidad es la misma. Desde el sector sanitario privado lo que hacemos es ayudar a que la salud de los ciudadanos en general sea mejor. Además, el sector público y el sector privado colaboramos, lo que ayuda por ejemplo a reducir las listas de espera. Añadiría, por último, que es muy importante el peso que tiene la sanidad privada en Baleares para que nuestro Archipiélago sea considerado un destino turístico seguro y los visitantes sepan que serán atendidos con una muy alta calidad tanto en la sanidad pública como en la privada. Eso es algo que creo que se tiene que poner también en valor.