La primera preocupación de los productores de queso menorquín ante los aranceles de los EEUU son los contratos ya firmados. Esta nueva tasa del 25% se aplicará a partir del 18 de este mes y ya hay muchos contratos de compra venta firmados entre queseros isleños y distribuidores americanos con unos precios fijados. Además, los distribuidores tienen ya acuerdos con puntos de venta con los precios también fijados que no se pueden repercutir sobre el cliente final.
Normalmente, en casos como este, el sobrecoste arancelario se lo reparten a medias las dos partes y así pierden ambos pero nadie asume todo el impuesto. En este sentido, el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Mahón-Menorca, Bosco Triay, pide al Consell de Menorca que ayude a los productores isleños afectados por esta medida dentro del paquete de acciones que se prepara para paliar el efecto de esta guerra comercial con EEUU.
Pero Triay va más allá. El Consell señala la necesidad de buscar mercados alternativos a los EEUU y aquí surge un problema añadido al de buscar nuevos clientes y es la saturación del producto. Los aranceles castigan también a quesos de toda Europa y todos estos productores afectados buscan donde colocar su producción. El resultado final es que hay muchos excedentes de queso que buscan los mismos mercados y para endosarlos, normalmente, hay que rebajar el precio de forma importante.
Se calcula que en Menorca hay una quincena de productores que exportan queso a EEUU.
Pero el conseller de Economia, Miquel Company, advirtió este viernes que no sólo los productores de queso se están viendo afectados por los aranceles. El gin también se estaba introduciendo en EEUU y verá ahora comprometida su implantación.
Además, los productores de “Vi de la terra de l’Illa de Menorca” también estaban realizando estudios para empezar a exportar a Norteamerica y queda por ver lo que sucederá a partir de ahora.
Companya señaló que no es lo mismo un producto como el queso en el que se valora mucho el precio como las bebidas alcohólicas en donde el coste final del artículo se valora de forma muy diferente.