Ferreries no quiere perder la inercia que les ha dado el programa Ferreries tot l’any y convocan una nueva edición de una feria que no pretende especializarse.
De hecho combina varios motivos de interés para, en suma, convencer al menos pintado de darse una vuelta por el pueblo. Para quienes gustan de las tradiciones hallarán talleres y demostraciones.
Para quien gusta de la música, habrá actuaciones y bailes con grupos de la isla. Si les gusta comer, los restaurantes ya tienen la mesa preparada. Y para que no haya excusas, hay actividades infantiles para que las familias enteras puedas llegar y disfrutar.
Aprender el juego Tira Valent o sumergirse en alguna de las rutas de los artesanos locales son solo algunas de las propuestas de un fin de semana lleno de posibilidades.
El comercio local sigue apostando por las ferias con contenido para dinamizar el pueblo. Cuando el comercio está en horas bajas porque el consumo de las familias baja, con la competencia de los artículos más competitivos que se pueden encontrar en internet y con la incertidumbre de la economía futura, la apuesta de Ferreries es por la autenticidad y por lo local.