A lo largo de los últimos años se han gastado muchos discursos en favor de la recuperación de aljibes o cisternas para el aprovechamiento del agua de lluvia, como se hacía antiguamente, para no tener que chupar más recursos del nivel freático.
Pero más bien poco se ha avanzado pese a las buenas intenciones. Por si fuera poco, la pluviometría -sea por un tema de cambio climático o no- es particularmente baja. Se resiente el sector agrario, pero afecta a todo el mundo. Y los casos de recuperación de instalaciones que recogen el agua de lluvia se pueden contar con los dedos de una mano.
En la última semana Menorca ha tenido unos escasos días de lluvia y los pocos tejados que han recogido este agua tendrán la cisterna casi llena. Pero la lluvia tiene la tendencia de ser más intensa y breve en las precipitaciones.
Eso alienta que discurra con más fuerza sin llegar a calar en la tierra y -por tanto- llegando a recuperar el maltrecho nivel freático. Las nuevas construcciones se encarecen con un sistema de aprovechamiento de agua pluvial y es raro ver que alguien lo pide para su futura vivienda.
Las casas antiguas que ya tenían este sistema y que lo eliminaron con el paso del tiempo no ven el momento de reformar de nuevo (con el gasto que implica). Para ser alguien que quiera aprovechar el agua de lluvia hay que ser alguien que tiene mucha conciencia sobre su valor.