El Ajuntament de Maó gestionará el próximo año 39.578.000 euros según anunció el equipo de gobierno en la presentación de las cuentas realizada este lunes. Se trata de una cifra muy similar a la de 2019 en que se están gastando 39.415.000 euros, apenas 163.000 euros menos. Se trata de un incremento que no prevé subir el IBI, el principal impuesto directo según asegura el alcalde Héctor Pons. No obstante, habrá que ver qué pasa con la entrada en vigor de una nueva tasa de recogida de basuras, servicio que hasta ahora iba ligado a el IBI.
Entre las principales inversiones que se harán destaca la mejora de infraestructuras de calles incluyendo el carril-bici en la vía de ronda (1.091.000€) y la adquisición y reforma de una nave industrial en la calle Bajolí que acogerá la brigada de obras municipal (1.400.000€) que así sale de los Quarters de Santiago para que se hagan las obras del nuevo geriátrico.
Un aspecto en el que se mostró muy crítico el alcalde Héctor Pons fue la Ley Montoro que impide usar el dinero del ahorro real para inversiones en la población. Pons explicó que en los últimos años han devuelto a los bancos casi 2,8 millones de euros a parte de las devoluciones de los créditos ya establecidas. Esto supone que a finales de 2020 la deuda municipal será de apenas 1,9 millones de euros sobre un presupuesto de 39,5.
Para el edil, el hecho de no poder destinar el ahorro real a más inversiones supone un agravio para consistorios saneados que impide poder hacer mejoras para los vecinos de la población.