El público que llenó hasta el último piso el Teatre Principal de Maó disfrutó de un gran concierto este sábado por la noche gracias a la brillante interpretación de la Banda de Música de Maó.
El concierto arrancó con una primera parte que incluyó los temas “A mi madre” de Roque Baños y “Storia eroica” de André Waignein.
La segunda parte arrancó aún con la Banda de Música en solitario dirigida por Miquel Llario. Interpretaron “To fly without wings” de James Curnow.
Justo después llegó el cambio. Entraron en escena el director Carlos Pellicer, creador de la obra “Chocolat” que daba título al concierto. Le acompañaban como solistas el trompetista Raúl García y los percusionistas Esaú Borredá y Raúl Benavent, cada uno de ellos con unas baterías.
“Chocolat” empezó con una breve introducción en la que tocaban Banda y solistas juntos. Pero al poco tiempo los tres solistas iniciaron su particular interpretación casi a modo de improvisación de jazz. Espectacular. Finalmente Carlos Pellicer volvió a asumir el mando para un gran final con todos juntos de nuevo.
Según el programa ese era el final previsto, pero hubo mucho más lo que el público agradeció profusamente con sus aplausos. Después llegaron numerosos temas añadidos. El primero fue una versión en xilofón del Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo, una composición de Chick Corea que interpretaron los solistas.
El punto final llegó ya con la Banda, acompañada por Raúl García, para tocar “What a wonderful world” de Louis Armstrong a modo de canción navideña y un mambo como gran número final con todos los músicos al unísono.