“Menorca es el único territorio insular que ha conseguido mantener el ritmo de avance en el tercer trimestre. La
economía menorquina ha crecido, así, a un ritmo estimado del 1,1% interanual, una tasa que iguala la del segundo trimestre, pero que se sigue manteniendo muy por debajo de la media balear (1,7%). En este contexto, la estabilidad del marcador de crecimiento menorquín es atribuible, en gran medida, al pulso de la actividad en la industria y la construcción, pues ambos sectores han registrado un aumento del empleo (1,2% y 6,7%, respectivamente) superior al del trimestre anterior (-3,6% y 6,4%, respectivamente)”. Esta es una de las conclusiones del Informe de “Evolución Económica” correspondiente al tercer trimestre de 2019 elaborado por la CAEB.
En él se señala que Baleares no está siendo ajena a la desaceleración que, de manera sincronizada, está experimentando la actividad a nivel mundial. Así, la estimación de crecimiento interanual del tercer trimestre se sitúa en el 1,7%, tres décimas menos que el trimestre anterior y, por primera vez en los últimos cinco años, por debajo del 2%.
La CAEB resalta la necesidad de políticas que estimulen la inversión y el empleo ya que todos los sectores económicos, al igual que el consumo, aminoran su ritmo de crecimiento.
El informe apunta que la pérdida de dinamismo de la actividad económica se explica, en gran medida, “por la contribución más moderada de la demanda interna, particularmente el consumo y la inversión, pues la demanda externa se ha visto beneficiada por la exportación de bienes y servicios turísticos”. Al mismo tiempo, desde el punto de la vista de la oferta, todos los sectores económicos han aminorado su ritmo de crecimiento durante el tercer trimestre. En este contexto, la pérdida de aceleración de la actividad se ha hecho especialmente palpable en la construcción, ámbito que, en todo caso, ha mantenido el mayor ritmo de avance del tejido productivo regional.