Fueron Magallanes y Juan Sebastian Elcano que se aventuraron a ir a buscar especias por una ruta alternativa. En el siglo XVI y financiada por la Corona española, capitaneada por Fernando de Magallanes, esta expedición completó la primera circunnavegación de la Tierra de la historia. Estaría al mando de Juan Sebastián Elcano en su retorno porque Magallanes falleció antes de completarla.
La expedición tenía el propósito de abrir una ruta comercial con las islas de las especias por occidente, buscando un paso entre el océano Atlántico y el océano Pacífico. Estaba formada por cinco naves que partieron de Sanlúcar de Barrameda el 20 de septiembre de 1519. La escuadra, después de haber explorado durante meses el litoral americano al sur de Brasil, logró cruzar el estrecho de Magallanes el 21 de noviembre de 1520.
En su travesía por el Pacífico llegó a las islas Filipinas, donde, el 27 de abril de 1521, muere Fernando de Magallanes en la batalla de Mactán. Los expedicionarios continuaron la navegación hasta las islas Molucas, objetivo de su viaje, donde eligieron a Juan Sebastián Elcano para capitanear el viaje de regreso. Navegando hacia el oeste por el océano Índico y dando la vuelta a África, el 6 de septiembre de 1522 fue la nave Victoria la única que quedaba en la expedición, retornó a Sanlúcar de Barrameda con su carga de especias, convirtiéndose en la primera embarcación de la historia en dar la vuelta al mundo.
Ahora que se cumple el quinto centenario de aquella hazaña, un numeroso grupo de amantes de la navegación y de la aventura, entre los que se encuentra Javier García Veiga, farmaceútico en Menorca durante muchos años, se han lanzado a repetir aquel viaje. En su tercera etapa, de un total de 21, el barco Pros sale de Rio de Janeiro camino a Buenos Aires.
Quince días de viaje en los que la tripulación aprovecha para participar de una serie de actos protocolarios como los que se desarrollaron en la sede del Instituto Cervantes de la ciudad brasileña. Allí coincidieron con el mahonés Gabriel Calafat, fotógrafo, de quien bien es conocida su afición a la aventura.