La presidenta del Consell, Susana Mora, señaló a lo largo de su discurso institucional del Pleno de la Diada de Sant Antoni algunas de las prioridades de la institución de cara a los próximos años. Así una de sus primeras indicaciones fue que “nos falta, para hacerlo del todo posible, un marco legal que defina las reglas de juego de acuerdo con las capacidades y competencias del Consell. Necesitamos -y estoy convencida de que muy pronto tendremos- una nueva ley de Consells que transforme toda la potencia del Estatuto en actos de gobierno al servicio de la prosperidad y el bienestar.” Otros aspectos a los que se refirió Mora fueron la finalización de las obras de mejora de la carretera general o el cable eléctrico con Mallorca. Así lo expresó la presidenta: “Debemos poder disponer con prontitud -no valen excusas- de una carretera segura, moderna y eficiente, respetuosa con el medio ambiente y con el paisaje que han conformado, en armonía, la historia y la naturaleza. Pero a la vez debemos saber avanzar hacia un nuevo modelo de movilidad mucho más sostenible, que favorezca las soluciones colectivas y apueste por las energías renovables. El nuevo cable eléctrico -que ya se está instalando- debe terminar con la angustia de tanta gente ante la amenaza de las dramáticas consecuencias -que nadie debe volver vivir nunca más- de un nuevo ‘cap de fibló’. Pero más allá de la seguridad que el nuevo cable debe brindar, debemos ser capaces de transformar nuestro modelo energético, asumiendo la cuota de responsabilidad que nos corresponde en la lucha contra el cambio climático.” Mora también citó los problemas de vivienda, bajos salarios y el nuevo REB. En lo que respecta a la ponencia del Pleno de la Diada, la historiadora Àngels Hernández habló de la figura del pintor Giuseppe Chiesa de quien se cumplen los 300 años de su nacimiento. Hernández señaló que el siglo XVIII marcó un antes y un después para el arte en Menorca. Hasta entonces las pinturas que habían eran muy pocas y pertenecían sólo a la Iglesia y la nobleza. Esto terminó con la dominación británica y la llegada de pintores que iban a retratar la vida social de la Isla y enfocarían la pintura como algo abierto al disfrute de toda la sociedad. El primero en liderar ese colectivo fue Giuseppe Chiesa quien llegó a Menorca como cónsul de la Toscana en 1741. Chiesa hizo retratos de gente sencilla, de personas adineradas por encargo. Realizó imágenes de hechos históricos como la conquista francesa de Menorca que aderezaba con pequeños detalles de la vida de la época o labores de labranza. También pintó imágenes de gente normal de la calle que resultó un magnífico catálogo de los vestidos de la época. En otro momento las imágenes del puerto de Maó desde diferentes ángulos que mostraban, de fondo, el urbanismo del Maó y Es Castell de la época. Toda esta creatividad mermó notablemente con la conquista española. Las autoridades de Madrid castigaron severamente a los residentes extranjeros y eso le hizo vivir en penuria. Chiesa falleció en 1789. Sin embargo, Hernández explicó que aún quedan cuadros suyos por exponer y no existe un catálogo completo de su obra. |